Investigadores de Suiza y Reino Unido han inventado dos técnicas para impedir el contrabando de sustancias estupefacientes. Gracias a ellas se puede detectar rápidamente la existencia de cocaína disuelta en botellas de vino o ron. De esta manera, el personal de aduanas podrá identificar las botellas empleadas para pasar cocaína de contrabando sin necesidad de abrirlas ni alterarlas. Recientemente se publicó un artículo al respecto en la revista Drug Testing and Analysis (DTA).



En los últimos años los traficantes de drogas estupefacientes han recurrido a medios muy imaginativos para pasar de contrabando cocaína, una de las drogas más populares, por los controles fronterizos. Así, el año pasado un hombre murió en el Reino Unido tras beber sin saberlo de una botella de ron contaminada. Actualmente en los controles de aduanas es imposible inspeccionar los envases de alcohol para comprobar la presencia de cocaína sin abrir y dañar las botellas, sobre todo en las partidas grandes o de alcohol caro. Los investigadores señalan que otra ventaja de emplear una técnica no invasiva como la que han inventado es que no despierta las sospechas del traficante, lo cual permite a las fuerzas del estado seguir el rastro del destinatario de las drogas.

El equipo británico, dirigido por científicos de las universidades de Bradford y Leeds, emplearon espectroscopia Raman -en la que se aplica luz láser para identificar moléculas- para detectar la cocaína disuelta en sustancias alcohólicas. De este modo, buscaron con un escáner portátil cocaína disuelta en etanol y en ron blanco y negro de varias marcas envasado en diversas botellas de vidrio transparente, marrón, verde claro y verde oscuro. Se pudo detectar cocaína en todos los líquidos analizados y a través del vidrio de todos estos colores.

«Hasta ahora había sido difícil detectar cocaína en estado líquido en esas condiciones» señaló la Dra. Tasnim Munshi, profesora de química inorgánica en la Universidad de Bradford. «Sin embargo, nuestro estudio demuestra que con una técnica analítica como la espectroscopia Raman se puede detectar la presencia de esta droga sin tener que extraer muestras de los envases.» En su opinión y la de su equipo, «un espectroscopio Raman portátil será determinante en la lucha contra el tráfico ilícito de sustancias estupefacientes al permitir un análisis preciso de distintos líquidos en un tiempo muy reducido.»

Por su parte, otro grupo de investigadores dirigido por el Dr. Giulio Gambarota del Instituto Federal de Tecnología de Lausana (Suiza) aplicó espectroscopia de resonancia magnética (ERM) -la misma técnica empleada en las exploraciones de imagen por resonancia magnética (IRM)- para detectar botellas contaminadas con cocaína. Un escáner IRM no es portátil, pero sí que permite analizar grandes partidas de una sola vez en unos pocos minutos, contando la preparación y la evaluación de los resultados. Los investigadores indican que es posible detectar cocaína disuelta en vino mediante una exploración de un minuto de duración.

«Mediante una colaboración entre la policía o la autoridad de aduanas y un centro médico de la zona, esta técnica puede aplicarse para evaluar remesas grandes de botellas en poco tiempo y averiguar no sólo si existe otra sustancia dentro del alcohol, como con las técnicas de exploración actuales, sino también de qué sustancia se trata exactamente», explicó el Dr. Gambarota, quien añadió que «este método también se puede utilizar contra el contrabando de otras drogas disueltas en líquidos, de modo que sus aplicaciones son múltiples».

No obstante, y pese al optimismo de sus conclusiones, los investigadores admiten que el límite de detección puede verse perjudicado por la presencia de metal. Según explicaron, este problema podría darse si las botellas con la sustancia ilegal estuvieran envueltas en una red metálica, tuvieran un tapón metálico o estuvieran almacenadas en recipientes recubiertos de aluminio. Además, puntualizaron que, aunque las exploraciones podrían realizarse en cualquier centro médico dotado de un escáner IRM, deberían estar a cargo de alguien cualificado para efectuar ERM a fin de garantizar la fiabilidad de los datos obtenidos.