El gran problema que surge con las organizaciones de lucha por los derechos humanos, es que una vez alcanzan cierto nivel y dejan de ser anónimas o poco conocidas, comienzan a degenerarse y a identificarse con "alas más radicales" que de alguna u otra forma simpatizan con ellas, sea porque tienen un enemigo común, una base ideológica similar, entre otras.

Comienzan con unos ideales bastante loables, persiguiendo fines altruistas y para nada objetables, pero luego vienen a ser "contaminadas" por posturas de lucha, de acción, de "pasar de la palabra al hecho" y es cuando decaen en andar protegiendo a miembros de organizaciones armadas, a hacer campaña en pro de grupos terroristas, incluso como la vieja esa Hebe, a descararse con pronunciamientos que llegan a contradecir las bases ideológicas de su lucha original.

Por ese motivo es que finamente estas organizaciones terminan siendo vinculadas con los grupos terroristas y sus actividades. Uno diría que obviamente las Madres de la Plaza de Mayo no pondrían una bomba, no secuestrarían, no entrenarían elementos terroristas, pero quien colabora con el terrorista, es igualmente cómplice de su actuar y eventualmente, también un terrorista.