Polémica decisión adoptada en el seno de la armada de Estados Unidos. Tras una votación muy disputada, el Ejército estadounidense ha decidido usar los balones de reglamento Mikasa FT-5 como armamento balístico para sus intervenciones de pacificación en los diversos países donde opera. Amnistía Internacional ya se ha pronunciado y pretende exigir la inclusión de estos balones en su lista de armamento ilegal: “Es de locos que lucháramos años por eliminar el gas mostaza, las bombas de racimo y una vez conseguido, demos un paso atrás aceptando uno de los artefactos más peligrosos y dañinos para la población civil”.
Maniobras del ejército estadounidense disparando un FT-5


Anuk Asir, experto en ‘Jurisdicción en Conflictos Bélicos’ explica el potencial de los FT-5 utilizados como armas: “Lo peor no es el impacto. Cuando el FT-5 golpea contra la piel, el picor y escozor permanece durante horas y lo más característico es que el dibujo del esférico queda marcado y tatuado durante años. Es humillante acudir al trabajo con la cara llena de rombos”. “Pero esto no acaba ahí. El efecto rebote es demoledor. Cuando se hace objetivo, el FT-5 rebota produciendo una CDMC (Cadena de Destrucción Masivaen tu Cara), por lo que los daños colaterales en civiles se multiplican de un modo asombroso… es terrible”, concluye Anuk.
De verdad que lo es. Durante el pasado año, Francia fue uno de los países pioneros en realizar pruebas con los esféricos FT-5. “Decidimos echarnos atrás”, explica Jean Petit, Jefe en Comandancia francesa. “Las posibilidades de manipular un FT-5 y producir una CDMC son muy grandes. Es un riesgo demasiado elevado como para ser asumido por ningún gobierno”. O, al menos así piensa el bueno de Petit.
Mientras, en los Estados Unidos, aún continúan realizando pruebas. El General Rottinger defiende su uso: “Es un arma excelente para un combate en tierra. El FT-5 se adpata muy bien a estos terrenos”, en clara referencia a Afganistán, pese a apuntar con su dedo en el mapa a las costas mediterráneas españolas.
El arma de la polémica

Por otro lado, el General no rehusó hablar del polémico ‘caso Mipoti’. “Lo que sucedió con Mipoti fue terrible. Nunca debió haber estado allí”, aclaró. “Mipoti era nuestro soldado pigmeo. Era astuto y escurridizo como una comadreja. En combate era el mejor y solía bailar desnudo para los chicos. Eso motivaba y subía la moral de la tropa”, a lo que añadió: “Un día, Mipoti se quedo muy cerca del área de pruebas y una sacudida ‘rasa’ del FT-5 impactó su cara. Ahora no es el mismo. El impacto le dejó secuelas terribles y la gente se ha clavado con él. Tiene la cara totalmente decolorada y llena de rombos. Al pobre le dicen de todo… Spiderman, Naranjito… es terrible, pero fue un accidente. El uso del FT-5 es necesario y, día de hoy, imprescindible”.
La polémica está servida y se añade a la lista de temas peliagudos con las que el premio Nobel de la Paz deberá lidiar los próximos días. Desde luego, no será fácil conciliar la legislación internacional con dichas pruebas y ataques militares. La ONU, que ya considera al FT-5 un ‘Arma de Destruccón Masiva’, no ha tardado en pronuncarse: “No vale chutar a trallón”.