Respuesta: Menores: los nuevos culpables
En eso le atinó De la Calle, al decir que este tipo de medidas penales se exponen al cadalzo del populismo y de la opinión pública, siendo que son políticas que, por mandato constitucional, corresponden al Presidente y si se deja en manos del pueblo, resulta en linchamientos y medidas punitivas inspiradas por el corazón y no por la cabeza.
Es así como salen propuestas tan viles y, en medio de todo estúpidas, como la cadena perpetua a violadores de menores, porque se deja al corazón y no a la razón la imposición de estas medidas.
Y se vuelve al eterno debate de si la respuesta está en el aumento de la pena, en las medidas más drásticas, en bajar el rango de edad, en si hacer las cárceles más escabrozas, etc. Todo eso corresponde más a un deseo de "venganza" social que al adecuado raciocinio del objeto de la pena.
Yo diría que se pueden poner penas de tres años, pero si los delincuentes son en efecto capturados, judicializados y la pena se cumple a cabalidad, serían más que suficientes para desincentivar la delincuencia juvenil.
|