Brito había iniciado su protesta en el año 2003 como medida de protesta por la invasión y el despojo de su pequeña hacienda en el estado Bolívar.
Tras llegar a un extremo de 35 kilos -para su metro noventa de estatura- en su sexta huelga de hambre, el productor agropecuario Franklin Brito falleció en el Hospital Militar de Caracas, donde estaba recluido desde enero de este año y del cual las autoridades no le dejaban salir bajo orden de un tribunal que aseguraba debía "cuidarlo de sí mismo".
Aunque los familiares aún no emiten el comunicado explicando las causas exactas que causaron el fallecimiento, su hija había informado hacía días que Brito presentaba cuadros críticos en varios de sus órganos, así como cambios bruscos en la temperatura (cercana a la hipotermia) y también de tensión.
Brito inició una huelga de hambre en el año 2003 como medida de protesta por la invasión y el despojo de su pequeña hacienda en el estado Bolívar. De mil maneras intentó el señor Brito llamar la atención de las autoridades, amputándose incluso un dedo de la mano, momento cuando el presidente Hugo Chávez ordenó en el año 2005 que el caso fuera atendido.
Sin embargo, la directiva del Instituto Nacional de Tierras nunca terminó de reconocer formalmente la propiedad de Brito sobre las tierras, razón por la cual él mantuvo la protesta, la cual interrumpía las veces que pensaba estaba cerca alguna solución. El último tramo de su recorrido lo cumplió en el Hospital Militar, donde estuvo retenido en contra de su voluntad luego de que la Fiscalía General ordenó un amparo para su cuidado, tras asegurar que Brito padecía "trastorno de ideas delirantes".
Siete evaluaciones psicológicas que le hicieron previamente, incluida una hecha por la Cruz Roja, concluyó que Brito sí estaba en pleno uso de sus facultades mentales.
El productor radicalizó la huelga de hambre en julio, negándose a tomar los sueros que eran el único alimento que ingería para mantenerse con vida. Su hija mandó decenas de notas y cartas a los medios de comunicación asegurando que su padre sólo quería que el gobierno reconociera formalmente su propiedad y legalizara la donación que le ofrecieron hace unos años.