Los organismos de seguridad reforzaron la vigilancia tras los ataques atribuidos a las Farc, que dejaron nueve efectivos muertos en 24 horas, a seis días de que Juan Manuel Santos suceda a Álvaro Uribe en la Presidencia.
"Hemos reforzado la vigilancia en todo el país para evitar atentados en la semana de la transmisión del mando (presidencial)", dijo el jefe de seguridad ciudadana de la Policía, el general Orlando Páez.
Añadió que los servicios de inteligencia detectaron que las Farc pretenden llevar a cabo un denominado "plan pistola", que consiste en atacar a policías y militares en pueblos y zonas rurales, así como detonar explosivos en las ciudades.
Las autoridades recordaron que cuando Uribe asumió el poder, el 7 de agosto de 2002, la guerrilla atacó con cohetes la Casa de Nariño y la contigua sede del Congreso en Bogotá, en el mismo momento en que se juramentaba en el cargo, en presencia de personalidades nacionales y extranjeras.
Agentes antiterrorismo detuvieron ayer en Bogotá a cuatro personas acusadas de formar parte de una red que proveía armas y explosivos a las Farc, pero las autoridades no indicaron si estaban relacionadas con un plan para sabotear el evento del 7 de agosto.
Por lo menos nueve policías y militares murieron entre sábado y domingo en las localidades de Solita, Caquetá y Chaparral, Tolima, en hechos separados que las autoridades relacionan con el "plan pistola".
En Chaparral, en el departamento de Tolima, también explotaron dos artefactos, aunque sin causar daños, tras la muerte a tiros de tres soldados que se hallaban fuera de servicio y departían la madrugada del domingo en un salón de diversiones, según fuentes oficiales.