El llamado "acuerdo de unidad nacional" no es más que un fraude. La idea santista de una gran acuerdo es fantasiosa y tiene como único objetivo una virtual inexistencia de oposición, lo cual le permitiría al futuro mandatario tener relativo poder absoluto al contar con una mayoría gigante.
Esta teoría de la unidad nacional pareciera mostrar una diferencia entre Santos y Uribe en cuanto al trato a la oposición, ya que Santos ha querido mostrarse más conciliador, en contraste con las permanentes acusaciones y hostigamientos de Uribe hacia los opositores. Pero en realidad la "unidad nacional" no es más que una gran manguala (como dice el senador Jorge Robledo) electoral que busca apaciguar algunos sectores con prebendas burocráticas.
Y no es para menos. El presidente tiene en su poder el designamiento de muchos cargos entre ministerios, embajadas y consulados, un cargo envidiable para cualquier político.
Y ni qué decir de la inmensa mayoría con que contará en el Congreso. Al apoyo incondicional del Partido de la U y los conservadores, se suma gran parte de los liberales, el partido Cambio Radical y en PIN, así Santos haya rechazado su apoyo. De 102 escaños en el Senado, Santos contará con el apoyo de 81 y de los 166 puestos en la Cámara, contará con más de 120. Es algo que sin duda facilitará su gestión, pero que a la vez le otorga demasiado poder y genera el temor de que pueda utilizar esto para modificar las leyes a su favor, tal como hizo su antecesor.
Pero, ¿realmente no habrá oposición? Para incomodidad de muchos, sí la habrá, y podríamos decir que la única oposición que tendrá en gobierno de Santos estará representada en el Polo Democrático Alternativo. ¿Porqué la única? Bueno, debo reconocer que este partido no es de mis preferencias, pero es el único partido que actúa y se comporta como una verdadera colectividad política, donde sus miembros actúan de acuerdo a los estamentos del partido. Además, ha sido el único partido que ha mostrado una posición clara de oposición, sin las ambigüedades de algunos liberales. Por eso podría decirse que el Polo y seguramente algunos liberales ejercerán la verdadera oposición, tan necesaria en una democracia.
¿Y qué hay de los verdes, el MIRA y otros movimientos? No podría decirse exactamente que serán una oposición, sino que estos movimientos asumirán una posición de independencia.
Quisiera equivocarme con Santos y pensar que puede realmente haber unidad nacional. Pero de momento me mantengo en la realidad y creo que este gran acuerdo no es más que una manguala electoral de prebendas burocráticas.