Primera Parte: Declaraciones del Polo Democratico, representado por Jorge Robledo sobre el tema...
Como el “falso positivo” diplomático que han estado esperando las trasnacionales canadienses de la minería para impulsar la aprobación final del TLC en el parlamento de Ottawa calificó anoche el senador Jorge Enrique Robledo el proyecto de ley 257, que obliga a los gobiernos de Colombia y Canadá a rendir informes anuales sobre la violación de los derechos humanos. Una farsa y una hoja de parra, precisó, porque el proyecto “no contiene absolutamente nada que apunte a mejorar la situación de los derechos humanos en Colombia”. De esta manera, los gobiernos de ambos países siguen empeñados en permutar negocios por derechos humanos.
Es un texto, añadió Robledo, cuidadosamente redactado para confundir a la opinión pública y que solo va a servir para producir titulares de prensa y para que en Ottawa y en Bogotá se diga que el Tratado protege los derechos humanos, cuando la realidad muestra lo contrario. El senador del Polo recordó que en los últimos quince días cayó asesinado un dirigente sindical del Inpec y está gravemente herido otro de la Frontino Gold Mines, empresa que va ser vendida a menos precio a una trasnacional canadiense.
Tras señalar que el proyecto fue una exigencia del gobierno canadiense, según lo reveló el propio senador ponente, Robledo denunció como perturbador que la actividad legislativa del Congreso colombiano esté sujeta a los dictados de gobiernos foráneos y todavía más que las bancadas uribistas vean el hecho como absolutamente normal.
Robledo concluyó haciendo referencia a los graves problemas que está causando la operación de la Colombia Goldfield, la Medoro Resources y la Grey Star Resources, trasnacionales canadienses de la minería.