Ver Mensaje Individual
Antiguo , 17:14:32   #1
Kaffeetrinker 2 Colombia: las causas del sufrimiento Calificación: de 5,00

Los mejores licores

Entrevista con Jorge Enrique Robledo, La Jornada, México, junio 20 de 2010

Jorge Enrique Robledo es arquitecto, profesor universitario y político; tres veces senador y una de las voces críticas del Congreso más respetadas por su claridad y contundencia; autor de numerosos libros sobre economía, el campo, el desarrollo urbano y la historia política en Colombia, así como vocero oficial del Polo Democrático Alternativo. Iniciamos esta charla bajo la perspectiva ya no electoral sino estrictamente política, es decir, sin pensar en votos, sólo en la radiografía social de su país. En opinión de Robledo hay una sola opción, Juan Manuel Santos, quien dará continuidad a las políticas de Uribe en confrontación con el gobierno de Hugo Chávez, militarizando el país y entregando la economía nacional a las trasnacionales.


OPOSICIÓN AL TLC CON ESTADOS UNIDOS Y CON EUROPA


El Polo dice no a la alianza con los verdes y llama al abstencionismo. Uno de los cinco puntos, y uno de los dos rechazados, que expuso el Polo Democrático al partido de Antanas Mockus para brindarle apoyo en la segunda vuelta electoral fue precisamente la oposición a estos tratados comerciales, además de la no privatización de la educación y la salud. El senador Robledo opina que tras veinte años de reformas neoliberales, por lo menos desde 1990, los tlc son parte de lo mismo. “Colombia no era potencia económica en 1990, pero allí íbamos –afirma–. El proceso de desindustrialización y el proceso de desagrarización, en el sentido del incremento de importaciones, son tremendos. Colombia tiene uno de los peores índices de desigualdad social del planeta, la concentración de la riqueza es gigantesca, el índice de línea de concentración de la tierra rural es de los peores del mundo, si no el peor; setenta y cinco por ciento de los colombianos está en desempleo o subempleo; el país tiende a especializarse en minería como en los tiempos de la Colonia; la salud y la educación dejan de ser derechos para convertirse en negocios; se desnacionalizan las principales empresas colombianas. Es un desastre de proporciones mayúsculas, y aún no entran en vigor los Tratados de Libre Comercio con Europa y Estados Unidos. Colombia es autosuficiente en arroz, en pollo, en carne de cerdo, en leche; vamos a perder esa capacidad. Ellos van a arrasar con el campo introduciendo productos industrializados y sustituyendo una producción nacional sana y de calidad.”


El problema de Colombia, como el de México, parte de las asimetrías económicas y de las desventajas para negociar en condiciones más o menos equitativas y justas. Por ello, los tlc no se negocian, son impuestos. “No lo digo yo, lo dice un economista, un Nobel, Joseph E. Stiglitz, quien hace muy poco estuvo en Bogotá –continúa el parlamentario–. Las trasnacionales de las potencias definen cuáles son sus intereses a nivel global. Los llevan a sus respectivos gobiernos nacionales para que los representen a través de dichos tratados comerciales. De ese modo, vuelven estos tlc en contratos Minerva. En Colombia los llamamos así porque hay una marca, Minerva, de contratos ya preestablecidos. Por ejemplo, los de arrendamiento. Uno firma contratos con cláusulas fijas, sin responder a negociación alguna, sino a fórmulas legales que protegen los intereses del arrendador. Un tlc es una forma Minerva, lo que cambia es el nombre del país: México, Chile, Centroamérica, Colombia, etcétera. Los interesados en los tlc son las minorías criollas, esas pocas familias dueñas del poder económico, político y mediático, súbditas de las transnacionales, a las que les va muy bien cuando al país le va muy mal, les va mejor cuando a su país le va peor. Así pues, esos tlc son firmados por quienes en lugar de defendernos trabajan para los competidores. Esa es la realidad.”


Evidentemente, el rechazo público a estas fórmulas comerciales tiene un elevado precio electoral, pues una buena parte de la sociedad las ve como una esperanza de mejoría en el bienestar. El Polo Democrático Alternativo es el único partido que argumenta en contra, pues considera que el resto de organizaciones contendientes están inscritas en el Consenso de Washington, del neoliberalismo, y a favor de las bases militares de Estados Unidos en su país. Por ello han sido atacados ferozmente por el presidente Uribe y los ha acusado de vincularse con la guerrilla y simpatizar con el gobierno de Hugo Chávez, aun cuando han criticado la violencia desde sus orígenes.


“No nos oponemos a las relaciones internacionales, nos resistimos a aceptar este tipo de relaciones económicas internacionales en donde, como dice Stiglitz, que no es ningún revolucionario: es mejor no tener un tratado que es un mal tratado. Son alianzas comerciales de mula y jinete, en donde nosotros somos la mula”, apunta Robledo.


En un mundo donde se elogia la globalización y sus beneficios civilizatorios, no estar del lado de los tlc puede verse como una posición antimodernizante y retardataria. El profesor Robledo reconoce que han sido acusados de manera tergiversada de promover el mercado interno en contraposición del comercio internacional, pero insiste en que la propuesta no la hacen desde la perspectiva de la autarquía, del aislamiento económico, sino de la importancia de tener un mercado interno fuerte y una soberanía firme para no ser devorados por las grandes potencias. Recuerda que las naciones con gran éxito económico en el proceso de globalización reportan que sus mercados internos representan el ochenta o el noventa por ciento de sus economías.


“Es paradójico que nos vendan fórmulas que ellos no siguieron. Son los países más pobres, como Angola, por ejemplo, donde las importaciones re-presentan lo contrario, el ochenta por ciento de su economía. En ese sentido, hay globalizadores y globalizados. Los primeros nos dicen que hagamos justo lo que ellos no hicieron para desarrollarse. Su desarrollo no obedece a tratados de libre comercio, sino a políticas de protección de su economía y a relaciones internacionales, en una combinación adecuada y con una apertura que les conviene. Europa ni Estados Unidos se abren al agro, por ejemplo; tienen subsidios descomunales para la agricultura y para la industria. El libre comercio nos lo venden montado en una mentira.


“Para Colombia es un desastre esa fórmula comercial porque nos arrebatan la potencialidad. Es decir, el problema del porvenir no es de pobres y ricos, sino de potencialidad. Si usted es rico pero no genera más riqueza, se empobrece, y si usted es pobre pero es capaz de producir riqueza tiene la esperanza de remontar la pobreza. Pero sin potencialidad nos quedamos sin futuro, sin posibilidad de generar riqueza. La Corona Española prohibió a sus colonias sembrar determinados productos: vid, olivos, etcétera. Los tratados de libre comercio no prohíben la producción de nada, pero son tales las regulaciones en aranceles, en propiedad intelectual, etcétera, etcétera, que no se requieren las tropas del rey para impedirlo y castigar; simplemente, quien coseche cebada o ponga una fábrica de televisores se arruina. Esos tratados nos quitan la potencialidad de producir, de hacer, de ser. Tres millones y medio de migrantes es una potencialidad productiva que se nos fue. Cinco millones de desplazados del campo han dejado de producir alimentos y aumentaron la nómina de desempleados y subdesempleados urbanos. Esa es la potencialidad que niega la posibilidad de crear riqueza”, argumenta el político.


Uno se pregunta: ¿y entonces, por qué no se avanza en un proceso de integración de ese gran mercado que es América Latina? Para nuestro interlocutor viene de la mano otra interrogante: ¿qué tan sensato es un tratado comercial que habla de integración con los lejanísimos y nos aparta de los vecinos? Si un grupo de países se junta para potencializar sus riquezas y sus fuerzas productivas debe considerar la integración de personas y mercancías, justo lo que los tlc con las grandes potencias excluyen. La Unión Europea agrupa países y permite la libre circulación de fuerza de trabajo, de mercancías, de personas. Estados Unidos ni Europa quieren recibir a los pobres que generan aquí. Desde su punto de vista hay una política para desintegrar a Colombia de sus vecinos: Venezuela, Ecuador, Bolivia, Centroamérica, Brasil, Argentina e incluso México.

Comentarios Facebook

e-che no está en línea   Responder Citando

compartir
                 
remocion sep Gold sep Silver sep Donar

marcaNo Calculado   #1.5
SponSor

avatar
 
Me Gusta denunciando
Estadisticas
Mensajes: 898.814
Me Gusta Recibidos: 75415
Me Gustado Dados: 62988
Fecha de Ingreso: 02 jun 2006
Reputacion
Puntos: 1574370
Ayudante de Santa está en el buen caminoAyudante de Santa está en el buen caminoAyudante de Santa está en el buen caminoAyudante de Santa está en el buen caminoAyudante de Santa está en el buen caminoAyudante de Santa está en el buen caminoAyudante de Santa está en el buen caminoAyudante de Santa está en el buen caminoAyudante de Santa está en el buen caminoAyudante de Santa está en el buen caminoAyudante de Santa está en el buen caminoAyudante de Santa está en el buen caminoAyudante de Santa está en el buen caminoAyudante de Santa está en el buen camino
emoticon Re: Colombia: las causas del sufrimiento

 
Los mejores licores
 
   
   
_______________________________________________
Publicidad :)
conectado
 
Page generated in 0,08655 seconds with 12 queries