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Antiguo 29-06-2010 , 16:25:34   #2
Primo de Rivera
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Predeterminado Respuesta: El testigo estrella contra plazas vega: ¿un chiste..?

El 25 de julio de 2007, un investigador del CTI le hace saber a la fiscal que un testigo de nombre “Edgar” tiene información importante y quiere colaborar.
La fiscal ni siquiera pregunta quién es el tal “Edgar”, ni de dónde salió, ni cómo lo conoció el investigador del CTI de la Fiscalía, ni dónde vive, ni nada. No pregunta nada.
Mientras la fiscal sigue con las prospecciones en la Escuela de Caballería, intempestivamente se aparece el tal “Edgar”. Son las 4 de la tarde del 1 de agosto de 2007 y nadie sabe cómo aparece este tipo ni por qué no se avisó al abogado de Plazas.
Y la fiscal decide tomarle el testimonio. Así nada más, de manera irregular y en rotunda violación al debido proceso.
El testigo estrella comienza diciendo que se llama Edgar Villarreal. Y allí encontramos la primera mentira. Edgar Villarreal, con el número de cédula con la cual él firmó, no existe.
Posteriormente, este testigo se dice que en realidad se llama Edgar Villamizar Espinel – y no Edgar Villarreal, tal y como aparece en su declaración y en su firma. La juez dice que lo que sucedió fue que el apellido quedó mal escrito por error de digitación. Pero esto no es creíble porque en un documento de solamente cuatro folios, aparece muchas veces el nombre “Edgar Villarreal” y, lo más extraño, el sujeto firma con ese nombre: “Edgar Villarreal”.
Pero supongamos que la juez tiene razón y que por alguna incomprensible razón, al testigo se le olvidó su nombre (pero no el número de su cédula) y firmó con el nombre de otro que no existe.
Este testigo dice que nació en Pamplona y que es universitario biólogo pero que para la época de los sucesos del Palacio era suboficial adscrito a la Séptima Brigada del Ejército y que se desempeñaba en inteligencia agregado al B-2, como criptógrafo. Criptógrafo es un experto en descifrar mensajes cifrados. Dijo que para esa época estaba asignado a unos casos específicos en esa área.
Esto también es imposible ya que, de estar asignado a casos de su área, nunca sería viable que lo llevaran al palacio de Justicia como elemento militar de apoyo. Es más, el comandante de la época en la Séptima Brigada, el general José Ignacio Posada Duarte, desmiente al testigo estrella y dice que la dependencia del B-2, a la cual pertenecía Villamizar Espinel, no realizó apoyo al contingente militar que enfrentaba al M-19 en Bogotá. Si Villamizar Espinel hubiera salido rumbo a Bogotá, junto con otros soldados o solo, esto hubiera quedado consignado en los libros diarios de la Brigada, cosa que no sucedió. Para la fecha en que Villamizar asegura haber estado en la escuela de Caballería en Bogotá, no hay ningún tipo de registro que lo pruebe. Al revés, hay cientos de testimonios y documentos que prueban lo contrario, que no recibieron agregaciones.
Pero hagamos de cuenta que Villamizar Espinel era una especie de James Bond criollo cuya presencia en Bogotá era indispensable y debió haberse hecho en secreto máximo, tan secreto que ni siquiera sus compañeros recuerdan haberse movilizado a Bogotá. Por el contrario, hay testimonios de que la noche en que Villamizar asegura haber estado en Bogotá, en realidad estaba en Granada, Meta, en una habitación junto a un compañero que estaba enfermo y al cual asistía.
Digamos que nuestro James Bond Criollo se desdobló en cuerpo astral y viajó junto con otros cuerpos astrales a Bogotá. Digamos que fue cierto contra el testimonio de la evidencia contraria.
Villamizar Espinel relata en su declaración que el día 4 de noviembre de 1985, es decir dos días antes de la toma del Palacio, él se encontraba en Granada, Meta –cosa cierta- y que pertenecía a un comando especial antiextorsión y antisecuestro. Como prueba cita a dos testigos que podrían dar su testimonio pero que lamentablemente –dice él- no pueden ser citados porque están muertos hace rato. Lástima.
Sigue su narración y Villamizar Espinel, el testigo estrella, dice que el día 5 de noviembre de 1985, a las once de la mañana (es decir, un día antes de la Toma de Palacio), el mayor Jairo Alzate Avendaño se presentó ante ellos y les ordenó acuartelamiento de primer grado porque “se iba a hacer alteración del orden público en Bogotá”.


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La nación es el pueblo considerado en función de la universalidad. Un pueblo no es nación por ninguna suerte de justificaciones físicas, colores o sabores locales, sino por ser “otro en la universalidad” es decir por tener un destino que no es el de otras naciones. Así no todo pueblo ni todo agregado de pueblos es una nación, sino solo aquellos que cumplen un destino histórico.
de aquí que sea superfluo poner en claro si en una nación se dan los requisitos de unidad de geografía, de raza o de lengua; lo importante es esclarecer si existe, en lo universal, la unidad de destino histórico."
JOSE ANTONIO PRIMO DE RIVERA
24-04-1903 ; 20-11-1936!!

Última edición por Primo de Rivera; 29-06-2010 a las 17:25:31
Primo de Rivera no está en línea   Responder Citando
 
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