La muerte de un hombre que se encontraba detenido, desató la revuelta.
Los desórdenes terminaron con daños en la estación y la quema de cuatro motocicletas y un carro.
Más de 100 personas, que participaban en el sepelio de un joven de 19 años, la emprendieron al final de la tarde del miércoles contra los 20 policías que se encontraban en la estación del pueblo donde Carlos Andrés Martínez estuvo detenido el lunes pasado.
Según los familiares de Martínez, detenido por conducir su moto a gran velocidad, el joven fue golpeado y lastimado por los uniformados minutos antes de dejarlo el libertad.
Mientras los familiares del motociclista insisten en que Martínez murió como consecuencia de los golpes, la Policía asegura que el deceso fue producido por un infarto ajeno a la detención.
Los manifestantes destruyeron cuatro motocicletas (tres de la Policía) y un carro y en la estación afectaron ventanales, mobiliario, archivos y papelería. Este jueves se realiza en el municipio un consejo de seguridad.