Denunciante Avanzado 
|  Por qué voto por mockus
Calificación: de
5,00
 | sacado de: http://bit.ly/cWhPqb (la negrillas y lo subrayado es mio)
Cecilia López Montaño
Bogotá, Junio 14 de 2010
Sin negar la capacidad y experiencia de Juan Manuel Santos en el manejo de asuntos de gobierno, siento un rechazo profundo por lo que hereda y por lo que lo rodea. Cuando se ejerce la oposición con responsabilidad y basada en principios que no se negocian, es imposible moralmente aceptar la continuidad de políticas que han concentrado aún más el poder y la riqueza en un país tan desigual e injusto como Colombia. Nadie niega los resultados iníciales de la Seguridad Democrática pero toda persona sensata que estudia la realidad nacional, acepta que es imperativo dar un viraje para abordar la inmensa inseguridad que aún impera en el país. Ser la sociedad más violenta de América Latina y competir con Irak y Sudán en este campo, demuestra que esta tarea no se puede abandonar pero que se exigen cambios que la continuidad no permite. Pero además, la confianza inversionista es un verdadero peligro si no se miran con objetividad sus inmensos costos en términos de equidad, de desempleo, de crecimiento de la informalidad y de sacrificios fiscales que terminan por concentrar aún más la riqueza. La gente, sus derechos fundamentales, sus oportunidades, no han sido la prioridad en estos ocho años de un gobierno que se quieren continuar. Y definitivamente, no es con limosnas clientelistas como se saca a la gente de la miseria y de la pobreza. Esa no es la cohesión social que este país requiere.
Y me afana mucho más lo que rodea a Juan Manuel, todo lo que más de tres millones de colombianos rechazamos: los mismos con las mismas. “No hay cama para tanta gente”, afirma Semana sobre la forma como Santos tendría que responder a las adhesiones. Nadie cree en los acuerdos programáticos, basados en buenas frases en las que cabe todo, lo bueno y lo malo. Puestos, contratos, clientelismo, politiquería y con todo respeto, la posibilidad de que siga creciendo la corrupción, temas de los que estamos hastiados muchos. Es curioso, y lo digo con conocimiento de causa: cuando se veía el triunfo de Mockus como un hecho, muchos de los que hoy se fueron para donde Santos, estaban listos para irse con Mockus; o sea, la motivación real es estar cerca del poder, sea quien sea.
No desconozco que a la cabeza de la Ola Verde le ha faltado más liderazgo, pecado propio de aquellos que ignoran que la forma de hacer política es algo que no se cambia con buenas intenciones y de un momento para otro. Pero votaré por Mockus e invito a que millones lo hagamos como apoyo a esa parte creciente del país que busca transparencia, ideas, una política como misión y no como negocio, un respeto por los recursos públicos y la voluntad de hacer de Colombia un país justo, solidario, transparente: un país distinto.
Nuestro país no resiste más concentración de poder, ahora apoyada por la derecha internacional a quien poco le importan las personas, la gente común, sin herencias sin abolengos, y menos, si viven en los países emergentes.
Me aparto de las mayorías de la bancada liberal porque creo en los principios del liberalismo que definitivamente, no son los del uribismo que durante ocho años los atacó: la búsqueda de la justicia y la equidad como principios rectores del ejercicio público, el Estado como responsable del desarrollo y de la oferta de igualdad de oportunidades para todos y todas, el respeto a la separación de poderes y a la oposición política como elementos fundamentales de la verdadera democracia, el Estado como regulador del mercado y el compromiso con un crecimiento equilibrado por sectores y, sobre todo, sostenible para garantizar la equidad entre generaciones. Sin duda la paz, pero no como pretexto para sacrificar lo demás. La Ola Verde se acerca mucho más a estos valores, a los que no renunciaré jamás, que el continuismo que ofrece Santos. Este domingo mi voto será a conciencia y por eso, mi voto será por Mockus y la Ola Verde!
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