Después de ya conocido un 95% de las mesas escrutadas, es indiscutible la victoria rotunda de Juan Manuel Santos en primera vuelta, lo cual, teniendo en cuenta la tendencia presente, parecería anunciar que Santos será elegido presidente en segunda vuelta. Para muchos que no iban con Uribe y con Santos esto parecerá una injusticia, una derrota, y eventualmente lo será, algo que para quienes queríamos un cambio será difícil.
Pero la posible derrota ya estaba anunciada. Es muy difícil pensar que la opinión pública pueda cambiar de opinión, es indiscutible que la mayoría de los colombianos aún están agradecidos con Uribe por lograr una política de seguridad que, para ser honestos, ha tenido sus fortalezas y logros, aún con controversias y hechos que todavía son cuestionables.
Es tal vez por eso, que Juan Manuel Santos hoy puede decir que será el próximo presidente de Colombia después de la segunda vuelta. Juan Manuel Santos ha basado su campaña, más que en promesas, en hechos, hablando de su experiencia como Ministro en diferentes áreas, y más específicamente como Ministro de Defensa, donde logró duros golpes contra las FARC, además de ser uno de los abanderados de la política de Seguridad Democrática del presidente Uribe. Otro de los factores que ayudó a Santos ha sido su cercanía estrecha con Álvaro Uribe, que si bien ha tenido muchos desaciertos en su gestión, es una persona que aún tiene alta aceptación entre la gente, y al ver a Santos más cercano a Uribe, muchos uribistas inclinaron la balanza en favor de Santos.
Además, hay que sumarle otros factores que favorecieron a Santos, esta vez son externos, como la intromisión de Hugo Chávez y las FARC. Es innegable el repudio total que la mayoría de los colombianos sienten por el presidente de Venezuela, y más recientemente cuando decía que "si Santos era elegido presidente las relaciones entre los dos países serían más difíciles". Las relaciones con Venezuela son consideradas ahora como "relaciones de subordinación a Venezuela" por el uribismo, y es otro factor que, sin duda, se vio reflejado en la elección de hoy.
Para finalizar, sólo dejo las siguientes sugerencias:
A los uribistas que están con Santos: no tomen esta victoria como absoluta y sigan trabajando. Ojalá sostengan una campaña honesta y limpia, sin agresiones, y que haya sana competencia.
A los que están con Mockus: no empiecen a tirar todo por la borda, las cosas están difíciles pero se puede. Aún están a tiempo de convencer a los abstencionistas y a quienes no están seguros de votar en la segunda vuelta. Ante todo la perseverancia y la honestidad que han sido característicos de la campaña de Mockus.
A los que hacen parte de la oposición: es hora de cambiar la estrategia de oposición. Muchas críticas y pocas ideas los siguen alejando de la posibilidad de ser una alternativa democrática. Es hora de empezar a resarcirse y demostrar que pueden ser una opción, pero deberán primero replantear para donde van, sean una colectividad y no una suma de individualidades.
Y a todos los colombianos que, sea cual sea el resultado final, pensemos bien qué queremos para nuestro país, independientemente de qué ideologías se profesen, y también de pensar qué podemos hacer nosotros desde nuestras propias iniciativas, sin esperar decisiones de un gobierno.