En el debate presidencial de La Silla Vacía y NTN24 del martes pasado, Juan Manuel Santos le repitió a Germán Vargas Lleras el guiño de hace casi un mes. Dijo que si él no estuviera en la contienda, votaría por el candidato de Cambio Radical, tal y como éste ya había dicho en relación a Santos.
A pocos días de la primera vuelta, y con una intención de voto muy baja según las encuestas (en la de Invamer Gallup de ayer sale con un 3,8% de intención), muchos (incautos) dan por sentado que en la segunda Vargas se irá con Santos sin pensarlo dos veces.
Pero en realidad, la decisión no se ha tomado y tampoco es obvio que esta adhesión vaya a suceder. Por varias razones, pero sobre todo porque la línea galanista de Cambio Radical quiere irse con Mockus.
Obviamente, en la campaña de Cambio Radical nadie quiere hablar sobre alianzas y le están metiendo toda la fuerza a su candidato. “No se ha definido nada para la segunda vuelta. Nosotros estamos trabajando duro por la candidatura de Germán Vargas con el mensaje de que el voto útil no es una opción y hay que votar por el mejor”, dijo el representante a la Cámara de Cambio Radical, Germán Varón.
Y aunque La U y Cambio Radical tienen mucha identidad programática, sobre todo en relación con la Seguridad Democrática, hay varias razones de peso por las cuales Vargas optaría por dejar a sus seguidores en libertad de elegir a quién apoyan en segunda vuelta en caso de que él no esté.
Pensando en 2014
En estas elecciones, el candidato de Cambio Radical pasó de ser visto como un político clientelista a un estadista, un político serio al que le cabe el país en la cabeza, que tiene un programa de gobierno sólido y que se ha preparado para gobernar. Y una alianza con Santos podría arruinar esa nueva imagen.
“Hacer una alianza con Santos podría ser interpretado como una movida del 'manzanillo' que le apuesta a la burocracia, y pone en riesgo lo que Vargas ha ganado en que la gente tenga una visión distinta de él”, dijo uno de sus seguidores.
Además, Vargas Lleras quiere ser Presidente, y si no es ahora, tiene la esperanza de que sea en 2014. Suponiendo que Santos llegue a la Casa de Nariño, para Vargas Lleras significaría un costo político grande renunciar a su gobierno en tres años para enfrentársele cuando Santos le apueste - como seguramente lo haría - a una reelección.
Desde 2005, cuando le hicieron un atentado y el Gobierno salió inmediatamente a decir que habían sido las Farc, Vargas Lleras comenzó a alejarse del gobierno de Uribe. Luego, en 2006, cuando se hizo la confección de listas de Cambio al Congreso, el propio presidente Uribe habría intervenido para que algunas fichas como Gina Parody prefirieran a La U en vez de Cambio Radical. Por último vino la decisión de Vargas de no apoyar la segunda reelección y de torpedear el trámite del referendo en la Cámara de Representantes, con lo cual se produjo el rompimiento final con el Presidente.
En esta contienda, Vargas Lleras ha marcado distancia con Uribe y Santos, como cuando coincidió con Gustavo Petro, en uno de los debates, en que los 'falsos positivos' son crímenes de lesa humanidad, o cuando dijo que nunca se investigó a fondo en el DAS lo que pasó en el atentado contra su vida en 2005.
Pero sus afectos tampoco están con Mockus. Además de la distancia política entre ellos, a Vargas la preocupa la falta de un programa de gobierno detallado de los verdes y el desconocimiento de ciertos temas que para Cambio Radical son primordiales.
Por eso y porque hay una parte de su bancada parlamentaria que él realmente no controla, gente que lo conoce bien cree que Vargas Lleras optará por dejar en libertad a su partido para elegir al próximo Presidente.
En ese escenario, los políticos de Cambio Radical se dividirían en dos. Los políticos tradicionales como Javier Cáceres, Fuad Char y Bernabé Celis, se irían con Santos. Y el ala galanista se iría con Mockus.
De Galán a Mockus
El ala galanista del partido, compuesta principalmente por Carlos Fernando Galán, Alfonso Valdivieso, Rodrigo Lara, Germán Varón y el concejal bogotano Felipe Ríos están más cerca del ex Alcalde de Bogotá que del ex Ministro de Defensa.
Hay una razón que los uniría a todos y es la convicción de que Mockus representaría la bandera de renovación política que siempre esgrimió Luis Carlos Galán, y un sacudón para la clase política tradicional. Las adhesiones a la campaña de Santos de políticos cuestionados como César Pérez, investigado por la masacre de Segovia, y el polémico ex alcalde de Medellín Luis Pérez, hacen pensar a estos galanistas que Santos representa el continuismo de Uribe en lo bueno, pero también en lo malo.
También hay unas razones particulares. Rodrigo Lara, por ejemplo, ha chocado de frente con José Obdulio Gaviria, hoy en la campaña de Santos. Lara lo ha acusado públicamente por sus vínculos con narcotraficantes y por su oscura influencia en el gobierno de Uribe.
Y Juan Manuel Galán, hermano de Carlos Fernando y familiar de Valdivieso (el ex fiscal era primo hermano de Luis Carlos Galán), se enfrentó con Santos desde octubre de 2006, cuando el senador liberal citó al entonces Ministro de Defensa a un debate sobre posibles montajes de atentados terroristas y falsas desmovilizaciones por parte de miembros del Ejército.
"Luis Carlos Galán debe estar diciendo desde su tumba: ¡Qué vergüenza de debates los que hace mi partido!", exclamó en esa oportunidad Santos en alusión a las acusaciones de Galán hijo. El escándalo de los 'falsos positivos' estallaría dos años después, en parte por las denuncias que siguió haciendo Juan Manuel Galán.
Con todo esto, los galanistas de Cambio Radical piensan más bien que el inmolado líder liberal estaría diciendo en su tumba, "no adhieren a Santos".