El 1 de marzo de 2008 la Fuerza Aérea Colombiana ejecutó un ataque a un campamento de las FARC, en el cual se dio de baja a alias 'Raúl Reyes', uno de los más altos cabecillas de la organización terrorista. El operativo se conoció como "Operación Fénix", y además de Reyes, se dieron de baja a otros militantes de esta organización.
El resultado del operativo fue considerado un triunfo para el presidente Álvaro Uribe y para el Ministro de Defensa de aquel entonces, Juan Manuel Santos, al igual que muchos colombianos que celebraron este llamado "triunfo contra el terrorismo". No obstante, este evento trajo consecuencias negativas para las relaciones exteriores de Colombia, específicamente con el presidente de Ecuador Rafael Correa, que rompió relaciones con Bogotá luego de saber que el campamento bombardeado se encontraba el territorio ecuatoriano y que además cayó en este operativo un ciudadano ecuatoriano. Hugo Chávez de Venezuela quiso hacer solidaridad con su homólogo del Ecuador y también rompió relaciones, aunque posteriormente se reanudarían, pero con tensión persistente. Se ha alegado que este bombardeo fue una violación al derecho internacional, mientras que el gobierno de Álvaro Uribe sustenta que éste fue un operativo contra una organización terrorista y que la acción es perfectamente válida.
Muchas preguntas surgen a raíz de estos eventos, ¿se hizo bien?, ¿qué se debió hacer?, ¿qué violaciones hubo en estos ataques? Por eso es importante aclararlas y empezar a encontrar un concenso.
¿Hubo una violación al derecho internacional?
Sí. La Corte Penal Internacional cataloga como "una violación a la soberanía de los territorios todo tipo de atentados contra la integridad territorial, sea cual sea el motivo o sin motivo alguno". Por tanto no se puede negar el hecho de que hubo una incursión a territorio extranjero, Colombia violó los principios del Derecho Internacional y por tanto el accionar del Estado colombiano fue ilegal.
¿Qué se debió hacer?
Este tipo de actos debieron ser informados y consultados. El alcance de los grupos ilegales en territorios extranjeros es aún desconocido, la seguridad de las fronteras de lado y lado debieron reforzarse y la presencia de grupos ilegales colombianos debió ser advertida. No obstante, para el gobierno colombiano fue mejor la tradicional filosofía colombiana del "es mejor pedir perdón que pedir permiso", y procedió sin previo aviso. Este tipo de acciones pudieron desembocar en una guerra, por tanto el proceder del Estado colombiano fue irresponsable.
¿Debe el Estado colombiano responder por estos actos?
Debe, y de cierta manera debería también hacer una reposición al estado ecuatoriano por daños y perjuicios. Independientemente de que se trataran de terroristas, nada justifica la incursión en territorios extranjeros ni el ataque al espacio geográfico de ninguna nación.
¿Debe la justicia colombiana entregar a Juan Manuel Santos y demás responsables de dicha operación?
La justicia ecuatoriana reclama a Juan Manuel Santos, Freddy Padilla de León y demás personas de las Fuerzas Armadas Colombianas para que respondan ante la justicia ecuatoriana por los eventos del 1 de marzo de 2008. Primero hay que recordar que la justicia del Ecuador es un organismo independiente del Estado, por tanto sugerir que estos llamamientos a juicio son hechos por Rafael Correa no es correcto. Segundo, es el Estado colombiano como organismo el responsable de dicha operación y no los individuos involucrados en dicha ejecución, por lo tanto el ex-ministro Santos y demás generales no deben ser llevados a la justicia del vecino país.
¿Deben los demás países comprometerse con Colombia en la lucha contra el terrorismo?
Deberían. Los países vecinos deberían tener mayor compromiso, el problema no es de Colombia únicamente, es un problema que le compete a muchos y por lo tanto una manera de cooperar y mejorar las relaciones es que Colombia se pueda sentir respaldada por los países de la región, así se logra evitar que Colombia se aleje de la región y de los mecanismos de integración, los cuales evade por razones ya mencionadas. Pero Colombia no puede exhortar a los demás países a que se comprometan, ni puede aseverar irresponsablemente que los gobiernos que no cooperan de cierta manera están en complicidad con estas organizaciones terroristas; la diplomacia responsable implica el respeto a la libre autodeterminación de los pueblos. La ayuda de los países hermanos es importante.