Su nombre es Brooke Greenberg, tiene 17 años y una rara enfermedad que no le permite crecer. Todavía conserva dientes de leche, pesa un poco más de 7 kilos y mide 75 centímetros. Los médicos aún no le han diagnosticado la enfermedad, Brooke vive atrapada en el cuerpo de una bebé, a sus 17 años. Su caso ha hecho que los expertos dirijan su mirada hacia las claves de la genética, que descifren el envejecimiento del cuerpo humano.
Brooke ha sufrido varios problemas de salud que han puesto su vida en peligro, como infartos cerebrales, espasmos y dificultades respiratorias, esto es debido a que a pesar de que su cuerpo no presente envejecimiento exterior, sus órganos se deterioran con el paso del tiempo.
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