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CooPahe · 10-05-2010 , 14:54:09

Por Ricardo Puentes Melo

Mockus, enigmático, indescifrable... todo un farsante (Oleo de R.Puentes)

Vimos en el artículo pasado, cómo Rudolf Hommes relaciona a Mockus con César Gaviria, y cómo y dónde transcurrieron las reuniones para planear las privatizaciones que habrían de concretar los neoliberales. Lo extraño del asunto, que nadie más menciona, es que Pepe Douer –el amiguito de César Gaviria y quien le regaló el apartamento donde transcurrían las famosas reuniones- estaba acusado de meterle a sus negocios millones de narcodólares y de evadir impuestos. Claro, con su amigo de presidente, esto era mucho más sencillo. Douer, dueño de Pat Primo, revista Gatopardo, Noticias CM&, Noticias UNO y otros, reconoció haber lavado dinero de los narcos y pagó una multa ínfima por ello; también es amigo de Fabio Villegas el que fuera ministro de Gaviria y luego presidente de Avianca. Ya con el cuadro completo de los amigos de Mockus, Salomón Kalmanovitz, Chaparro, Isaza, Sánchez, Flórez y demás. Mockus es impulsado a la rectoría de la Nacional sin tener los méritos suficientes para ocupar ese cargo que, por derecho y tiempo, le pertenecía a otros hombres inteligentísimos que llevaban varios años en la lista de espera para la ocupar ese puesto.

Cuando Mockus es colocado en la rectoría de la Universidad Nacional, designan a Raúl Barragán como su asesor. Barragán, de hecho, ya venía acompañando a Antanas desde la Vicerrectoría. Barragán, como se mencionó antes, fue siempre considerado como el Rasputín de Antanas. Era su “otro yo”, su sombra y quien manejó totalmente las decisiones de Mockus tanto en la rectoría como al frente de la alcaldía.

Así que mientras se desarrollaban las reuniones para privatizar la banca y los servicios públicos en Colombia –según las directrices de los Rothschild decididas en 1989 para toda América Latina, Mockus empezaba a ser manejado publicitariamente para colocarlo en la Alcaldía de Bogotá. En 1990, César Gaviria anuncia que privatizará Telecom y nombra a una firma subsidiaria de los Rothschild para concretar su promesa, fatídica para los intereses del país.

Ya definido el camino y la persona idónea para lograr la privatización de los servicios públicos de Bogotá –Mockus-, empiezan repentinamente los espectáculos caricaturescos de Antanas: le muestra el trasero a los estudiantes que lo chiflaban por ‘elitizar’ la universidad, enseña sus genitales a otro grupo en Manizales, se mete al Palacio de Nariño con una espada rosada de plástico. La idea era mostrar a la opinión pública un hombre irreverente pero, ante todo, con apariencia de honesto e íntegro. Muy atractivo para una masa ávida de superhéroes, así sean cantinflescos. El genio detrás de esta estrategia fue –hay que repetirlo- Raúl Barragán, un ex asesor de Planeación Nacional, consultor del PNUD, consultor del Banco Mundial y otras organizaciones supranacionales con intereses concretos en privatizar los recursos colombianos.

Entonces, ya determinado que Mockus sería el hombre, deben hacerle todo el boom publicitario para visibilizarlo ante la ciudadanía, fuera de los límites de la Universidad Nacional. Barragán era un maestro para eso.

El guión era preciso. Mockus, conocedor del impacto de la simbología en el vulgo, pone en práctica toda su capacidad histriónica de la que somos testigos. En Manizales, Antanas provoca con sus declaraciones la indignación de los estudiantes que entonces comienzan a gritarle: “Antanas, hippie enmariguanado, con tus reformas a otro lado”, Estaba premeditado que Mockus reaccionara como lo hizo: se saca su pene y se lo enseña a los estudiantes; luego, se les orina encima. Un acto que hubiera merecido la reprobación académica de cualquier país desarrollado del mundo. Pero este país no es desarrollado, evidentemente.

Mockus mostrando su trasero, un acto premeditado, como él mismo lo reconoció

Con todo, Mockus no logró el impacto publicitario buscado. Así que sus asesores deciden hacer uso de la mejor herramienta para la masificación propagandística: el video. En el año de 1993, cuando no existían los celulares con cámara, y las videocámaras eran algo suntuoso, no comunes en un ambiente como la Nacional, un estudiante “cualquiera” decide llevar una cámara de video a la intervención de Mockus que lo lanzaría definitivamente a la fama. En el auditorio de la Nacional, Mockus se baja sus pantalones y les muestra su trasero a los estudiantes abriéndoselo con ambas manos para generar mayor impacto. De inmediato, Mockus se convierte en una sensación en los medios nacionales e internacionales. Es toda una celebridad.

Está ya todo preparado para lanzarlo a la Alcaldía, en busca del botín de las empresas públicas.

Mockus llega a la alcaldía luego de que Gustavo Petro hiciera su lanzamiento público. Con su imagen de excéntrico y, sobre todo, honesto, Antanas era un figurín atractivo para el mismo target que había votado por Moreno de Caro, y que luego votaría por el lustrabotas Lucho Díaz , el indio Rojas Birry, unos personajes más o menos tan pintorescos como Mockus.

La Empresa de Energía Eléctrica era el primer botín a ganar. Ya el millonario José Fernando Isaza (íntimo amigo de Lucho Garzó y de Mockus, y cofundador con éste del movimiento político “Visionarios por Colombia”), había logrado que el alcalde Jaime Castro nombrara a Gabriel Sánchez Sierra como gerente de la entidad, con la misión clara de demostrar que la empresa de Energía de Bogotá era inviable financieramente hablando.

Con base en el trabajo de Gabriel Sánchez bastante adelantado, Mockus nombra a su amigo Fabio Chaparro como gerente de la EEB. Y entre Chaparro, Mockus y Pablo Orozco –todos matemáticos- hacen las triquiñuelas aritméticas necesarias para continuar con el desprestigio financiero de la empresa. Mockus y Chaparro convierten así a la empresa en una Sociedad Anónima por acciones, en junio de 1996

Rudolf Hommes, el mentor de Mockus. Igual que a Antanas, no les importa la pobreza de los demás

Lo “sorprendente” es que pocos meses antes de esta conversión, exactamente en marzo de 1996, se constituye una sociedad que representa a la firma de Nathan Mayer Rothschild & Sons. Brigard y Urrutia, Abogados S.A., era esa sociedad que representaría los intereses de los poderosos banqueros en la asesoría para transformar la EEB. La gerente designada para manejar este contrato fue Isabel Urrutia Pombo, hija de Miguel Urrutia Montoya, en ese entonces gerente del Banco de la República, dato muy importante como ya verán.

Con la privatización ya en proceso, Fabio Chaparro fallece en octubre de 1996 poco después de haber convertido a la EEB en una Sociedad Anónima. Entonces, Mockus nombra a Pablo Orozco –otro amigo suyo de la Nacional- como gerente de la empresa. Esto fue el 17 de octubre de 1996; el 22 del mismo mes, Pablo Orozco nombra a la firma que representaría los intereses de los Rothschild en la privatización de la Empresa de Energía Eléctrica de Bogotá: Brigard y Urrutia, constituida para tal efecto pocos meses antes. Todo marchaba según lo planeado.

De inmediato Pablo Orozco le dice a la ciudad que la empresa está en quiebra y necesita ser capitalizada. Y la empresa de Urrutia se encarga del proceso para buscar eso. Esto fue una jugada magistral.
Ya tranquilos porque el asunto va sobre ruedas, Mockus renuncia para buscar la Presidencia de la República. Rudolf Hommes y Barragán estaban seguros de que la alcanzaría sin problemas. Al igual que hoy, Hommes lo apoya con artículos de prensa y, en general, los medios hacen mucha alharaca para lograr ponerlo en el solio de Bolívar.