El Holocausto nazi sigue siendo objeto de cuestionamientos e inclusive de misterios. Nunca sabremos con exactitud cuantas personas fueron asesinadas, ni cuantas estuvieron detenidas en los campos de concentración, pero más que los detalles de esta tragedia lo más importante es que este tipo de eventos no se pueden olvidar o negar, ni mucho menos abusar de esa historia como han hecho los sionistas.
Algunos sectores, en especial los sectores de ultraderecha y el mundo árabe, niegan estos eventos, los ultraderechistas y neonazis defienden la tesis de que el Holocausto es una historia inventada por los judíos para manchar la imagen de Adolf Hitler, líder de la Alemania nazi y a quién ellos consideran un héroe; por el lado de los musulmanes, no niegan la historia, pero acusan a los sionistas de utilizar la tragedia como excusa para crear el Estado de Israel (que la mayoría del mundo musulmán no reconoce) a cuesta de la damnificación del pueblo de Palestina. Pero, ¿la tragedia existió o no?, ¿qué tan real fue la masacre nazi?, ¿quién tiene la razón?
Para aclarar las cosas empecemos por lo esencial: el Holocausto SÍ existió, lo único que cambia es la magnificación o minimización de la tragedia. Hay que aclarar que la cantidad exacta de judíos asesinados es incierta, por lo tanto asumir directamente que fueron los seis millones que asegura el Sionismo no es creíble, pero sí hubieron muertos, no importa si fueron cientos, miles o millones. También hay que aclarar que los nazis no sólo aseisaron judíos, también asesinaron árabes, eslavos, rusos, gitanos y demás razas que los nazis consideraban "impuras". Pero sobre todo habrá que aclarar que ninguno de los grupos involucrados tiene la razón absoluta.
Los neonazis deberán replantearse sobre las prácticas de Hitler y de los nazis alemanes y conocer más lo que realmente sucedía. Los sionistas deberán dejar de exagerar la historia del Holocausto y de considerarse las únicas víctimas del magnicidio, pero sobre todo respetar la integridad de los palestinos y permitirles tener una nación; y los árabes deberán repensar acerca de los judíos, tal como lo sugirió Saif El-Gadaffi (hijo del controvertido líder libio Muammar El-Gadaffi), que el Corán jamás enseña a odiar a las personas por sus creencias religiosas y que es algo que el mundo árabe deberá entender.