No le conviene. Lo derrotó el Uribismo hirsuto. El candidato Santos se convirtió en fogonero de la maquinaria politiquera. Lo llamaron a filas, y como pieza de la máquina política y económica que gira alrededor del presidente Uribe actúa. El candidato naranja con ambición de crear un frente político, incluyendo a Angelino Garzón como fórmula vicepresidencial cambió para ser peón, en la estrategia que el actual círculo estrecho del Presidente promueve. Santos no es una víctima. Tomó decisiones. Ancló la historia familiar de los Santos y el sector social que representan, en las movedizas y procelosas arenas de los asociados presidenciales. Su tiempo parece marcado para la derrota el próximo 30 de Mayo.
por
Álvaro Jiménez
coordinador de la campaña Colombiana contra Minas y miembro de la campaña internacional para la prohibición de minas antipersonales.