En cualquier lugar de Colombia en que se encuentren.
26 April, 2010
Queridos Compatriotas,
Desde que Ustedes dos, cada uno por su lado, cuenta y riesgo, decidieron presentar sus respectivas candidaturas a la Presidencia de la República para el período legislativo 2010-2014, les hemos seguido con plena convicción democrática, con esperanza.
Nuestro entusiasmo se cifra en la propuesta de respeto al Estado de Derecho, a la Norma como pivote en torno al cual orbita nuestra praxis; principios fundamentales que cada uno de Ustedes ha ido expresando desde sus acciones políticas y administrativas.
Prácticas dotadas de buena voluntad hacia la construcción de una Colombia en paz, solidaria, decente, legal, en la que los Actores Sociales: todos nosotros ciudadanos colombianos, podamos crear, encontrar, usar, ampliar y proyectar espacios, múltiples emprendimientos, para el entendimiento, para el consenso de nuevos vínculos sociales que permitan no solo un cese de las ya trágicas y onerosas hostilidades que nos configuran como país en sempiterna guerra, sino, además, que posibiliten el pleno desarrollo de todas las potencialidades individuales y colectivas en todos y cada uno de los ámbitos que corresponden a una Nación, a un país, a un pueblo: el económico, el político, el social, el espiritual: religioso, artístico, cultural.
Hemos trabajado al lado de Ustedes desde la condición de ciudadanos convencidos de tener voz, voto y veto en el conjunto de los asuntos del país; ciudadanos de a pie; anónimos vecinos, amigos, usuarios, clientes, hermanos, padres, hijos, profesionales con y sin empleo. Lo hemos hecho porque Colombia es la única patria, el único suelo, la única identidad; porque nos pertenece, la sufrimos, nos alegra y desgasta. Nos depreda más allá del miedo, más allá de las vidas que diariamente pierde. Más allá de las humillaciones, más allá del no poder ser otra cosa que una tragedia a la que queremos, antes de morir, ver redimida en una dinámica posibilidad de armoniosa, justa y pujante vida.
Por eso ahora que la Formidable Ola Verde fertiliza estas esperanzas, nos hemos propuesto intensificar nuestra acción proselitista. Hemos dialogado con quienes están más cerca de nosotros; hemos dialogado con esos otros, también semejantes, que abordamos en la calle sin previa presentación; con internautas, foristas, expertos periodistas, políticos, en fin, con todos aquellos compatriotas que podemos contactar. Hemos hablado de principios constitucionales, de una Carta Magna que hay que recuperar inclusive reintegrandole aquellos artículos que le han sido cercenados, pervertidos; hemos hablado de legislaciones nacionales e internacionales que competen a nuestro estado de guerra no declarada, a la obligada, respetuosa y buena vecindad con países colindantes, continentales; de códigos civiles, de familia, laborales, de menores. Hemos insistido en que LA NORMA ES LA QUE DETENTA EL PODER.
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