LA CADENA DEL HIJUE
Un niño de 13 años va por la calle arrastrando de una cuerda a una rana
aplastada, llega a un prostíbulo y llama a la puerta. La patrona abre y el
niño le dice: -"Quiero hacer el amor con la chica más enferma que tenga" y
le muestra un fajo de billetes. La vieja mira el dinero, acepta y le
recomienda a María. Sube la escalera arrastrando la rana aplastada.
A los diez minutos baja, arrastrando la rana, le paga a la matrona y al
dirigirse hacia la salida, ésta le pregunta "porqué eligió a la que estaba
más enferma".
El niño responde:
Bueno, esta noche cuando llegue a casa, mis padres van a salir a cenar y me
van a dejar con la niñera. Cuando se hayan ido lo voy a hacer con la niñera
y ella se contagiará con la enfermedad que yo acabo de agarrar. Cuando
vuelvan mis padres, papá llevará a la niñera a su casa y en el camino lo
hará con ella y también quedará contagiado.
Cuando papá vuelva de llevar a la niñera, él y mamá se acostarán, lo harán y
ella también se contagiará. Por la mañana cuando papá se vaya al trabajo, el
cartero traerá el correo y se echará uno rapidito con mamá y también lo
contagiará y !!!ESE!!!
¡ESE es el Hijueputa que quiero joder porque con la bicicleta aplastó mi
ranita...!!!
QUE HIJUEPUTA NO???????
Los siete enanitos están de viaje por Europa, y han llegado a Roma. Ya que
andan por ahí, piden audiencia para hablar con el Papa...y por supuesto se
las conceden, porque claro... son los famosos siete enanitos. Estos
ingresan a la sala de audiencia, encabezados por Gruñón. El Papa los
saluda: "Queridos hermanos, ¿Queréis preguntarme algo?...¿Hay algo que os
inquiete?". Gruñón se adelanta: "Disculpe su santidad, queríamos saber si
en Roma hay monjas enanas". El Papa responde sorprendido: "Pueees...no, en
Roma no hay monjas enanas" Se oyen algunas risitas y murmullos entre los
enanitos. Gruñón mira hacia atrás molesto, y todos callan. Vuelve a
preguntar: "Y en Europa...¿No hay monjas enanas?". El Papa responde
nuevamente, con santa paciencia: "No, querido hijo, que yo sepa, en toda
Europa no hay monjas enanas". Ahora todos los enanitos se ríen, mientras
que Gruñón se va poniendo colorado" ¡¡¿Y en el mundo?!!... en todo el
mundo!!!...¿No hay monjas enanas?". "No, no querido hijo, seguro que en
todo el mundo, no hay monjas enanas". Los enanitos se cagan de la risa...
saltan... se abalanzan uno sobre otro...se toman de las manos, y todos
cantan.... "Gruñón se culió un pingüino..." "Gruñón se culió un
pingüino..." "Gruñón se culió un pingüino