Twin Peaks es el nombre de una muy popular serie de televisión norteamericana, producida y transmitida en 1990. Twin peaks se hace mundialmente famosa por ser una propueesta vanguardista – “surrealista” a decir de algunos- creada por Mark Frost y David Lynch.
Para la generación ochentera era toda una novedad. Compuesta de 26 capítulos distribuidos en dos temporadas, la historia comenzaba con el hallazgo del cuerpo de Laura Palmer en una bolsa de plástico, en el poblado de Twin Peaks. La chica era el prototipo de la niña bien: popular, simpática, guapa y de buena familia. La serie se dedica – apartir de ahí- a mostrar todo el proceso de reconstrucción de la vida de Laura, su familia y los habitantes del pueblo, tratando de encontrar al asesino. La investigación nos muestra un lado muy oscuro de la propia Laura, pero también la doble moral y los vicios del pequeño pueblo.
Todo esto viene a colación cuando en últimas fechas hemos visto lo que pasó con la pequeña Paulette y su familia. Ni David Lynch hubiera imaginado la posibiliad de armar una historia tenebrosa y siniestra sobre algo que ya lo es de suyo.

La voracidad de los medios han convertido una historia – de por sí- escabrosa en un híbrido entre telenovela y reality show, donde hay pocas pistas acerca del esclarecimiento de la muerte de la niña, pero mucha información acerca de la vida privada de la familia.
El caso abre la puerta para muchas discusiones acerca del nuevo papel de las redes sociales en los asuntos privados, la necesidad de proteger la intimidad y la vida privada, el cuestionamiento a las autoridades que resultan incapaces para realizar su trabajo, la atención desmedida hacia unos casos y la completa falta de atención para otros, el clasismo con que la opinión pública omite sus veredictos y comentarios. Pero nada de eso parece tan interesante como saber si la mamá de Paulette se llevaba bien con su marido o no, y si había infidelidad y pleitos de dinero entre la pareja.
Laura Palmer termina por ser como un fantasma dentro de la historia en Twin Peaks. Los créditos aparecían sobre su foto sonriente, pero era una presencia/ausencia que al final ya no resultaba ser el centro de la historia. Estamos cerca de que a Paulette le pase lo mismo. Vemos su foto sonriente antes y después de que empiecen a difundirse las intimidades de su familia. Y aquí ni siquiera tenemos la esperanza de que un genio con David Lynch esté detrás de la historia, para sorprendernos con el final.