Donde viven los monstruos. Were the wild things are. USA (2009)

• Dir: Spike Jonze
• Reparto: Catherine Kenner, Max Records, Pepita Emerich, Mark Ruffalo. Voces: James Gandolfini, Forest Whitaker, Lauren Ambrose, Catherine O’Hara.

Calificación 4 estrellas
Basado en el popular libro para niños escrito en 1963 por Maurice Sendak, nos llega (¡por fin!) luego de una larga espera, la versión cinematográfica de esta tan esperada historia.
La historia nos cuenta como Max un inteligente e imaginativo niño, tiene un grave problema para tolerar la frustración lo que lo mete en diferentes tipos de problemas. Una noche después de un altercado con su mamá, sale corriendo de su casa. Su imaginación lo lleva a un mundo de fantasía habitado por monstruos, donde es proclamado rey y dirigirá las travesuras más salvajes junto a sus nuevos súbditos.
La película resulta un intersantísimo experimento de cine para niños sin recurrir a la estrategia de mareralos con colores, efectos especiales vistosos o 3D. Al mejor estilo tradicional, botargas y marionetas hacen el trabajo de maravillarnos y contarnos una historia diferente y entretenida.

Y es diferente porque el protagonista no es el niño modelo, o el diferente y por tanto incomprendido. El personaje de Max es el de un niño con severos problemas de autoncotrol y tolerancia a la frustración. Toda una visión diferente acerca de los niños y las familias disfuncionales a la que estamos acostumbrados a ver en cine.
El resultado es soprendente, divertido y con un profundo mensaje que no raya en la fábula moral simplona a la que -también- nos tienen tan acostumbrados. No es fácil de ver y quizás sea por eso que queda en muy pocas salas, sin versión doblada y esté a punto de salir de cartelera. A llevar a los niños antes de que eso suceda.
Lo mejor:

• ¡Las botargas son grandiosas! Un excelente diseño que hasta les permite ¡llorar! Hasta el difunto Jim Henson hubiera quedado sorprendido.
• El mensaje es profundo, la historia diferente. Alejada de los lugares comunes se agradece una propuesta diferente, que considera a los niños como seres pensantes.
• Y esta es meramente personal: el doblaje de Gandolifini es simplemente excelente. Un muy buen ejemplo de que un gran actor puede hacer un gran doblaje sin pensar en que es el gancho de taquilla, ni pretender que sea su voz la que destaque sobre el personaje. A ver si aprende Eugenio Derbez…

Lo peor:

• No es para niños muy pequeños. El que no haya versiones dobladas tiene su lógica después de todo, porque los pequeños se desesperan un poco y no entienden mucho.
• Es confuso como llega al reino imaginario, es confuso como se va y no hay un cierre bien construído.
• Hay demasiada depresión e incomprensión en el mundo de los monstruos. Tanta desolación te llega a contagiar un poco.