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Usuario Expulsado Denunciante Novato | El aporte de las Convivir a la expansión paramilitar
Calificación: de
5,00 | Salvatore Mancuso La contribución de las cooperativas Convivir a la configuración de las Autodefensas Unidas de Colombia y a la expansión paramilitar fue discutida durante largo tiempo en las organizaciones de derechos humanos y en los grupos académicos. En un principio apareció más como una acusación política que como una realidad. Dado que fue el hoy presidente Álvaro Uribe Vélez su principal promotor cuando oficiaba como gobernador de Antioquia, las afirmaciones de que las Convivir habían sido decisivas para dar un salto en el crecimiento del paramilitarismo se entendían como una ataque político a la persona de Uribe. Pero Salvatore Mancuso vino a despejar todas las dudas en el libro que hizo con la periodista Glenda Martínez.
Allí Mancuso cuenta la historia detallada de las Convivir y la periodista la recoge así “Con las Convivir y la posibilidad de replicarlas entre los ganaderos que le habían pedido apoyo en Cesar y Sucre, Mancuso se concentró en fortalecer su propia organización. Rodrigo Tovar Pupo sería la cabeza en el Cesar, mientras que Diego Vecino, un paisa criado en Puerto Berrío, con intereses ganaderos en Valencia, con quien había compartido cuadra en el barrio La Castellana, se encargaría de Sucre. Convencido de las bondades de este instrumento legal para defenderse, siguió como muchos otros en Colombia, asesorando la organización de ganaderos -a nivel nacional llegaron a ser 414-, un proceso que se interrumpiría a mediados de 1996, cuando Alfonso Valdivieso emitió la primera orden de captura en su contra, acusado del homicidio de Dagoberto Santero, en la vereda El Martillo, en Sucre”.5 Mancuso pasó entonces a la clandestinidad. Luego el 7 de noviembre de 1997 , la Corte Constitucional declaró inexequibles apartes del Decreto 356 de 1994, que dio origen a los servicios especiales de vigilancia privada, Convivir. En esa sentencia el alto tribunal despojaba a esas organizaciones de la facultad de utilizar armas y les quitaba buena parte de las funciones de control y vigilancia que habían ejercido debido a los incontables atropellos que estaban cometiendo. Gran parte de los jefes y de los miembros de estas organizaciones se fueron a acompañar a Mancuso en las Autodefensas Unidas de Colombia.
Pero hay más. Las Convivir estaban plenamente articuladas al proyecto de las autodefensas desde u fundación. Es decir, no sólo fueron la cantera donde los paramilitares reclutaron una parte de sus integrantes para su gran expansión una vez les quitaron el respaldo legal, sino que, en el tiempo en el que contaron con la anuencia de las instituciones del Estado, también hacía parte de la estrategia paramilitar. Mancuso le cuenta a Glenda Martínez que por los días en que el estaba tramitando la posibilidad de un marco legal para desarrollar las cooperativas de seguridad se encontró con Vicente Castaño en la finca Las Tangas y en esa tarde “se crearon las bases de lo que serían las Autodefensas Campesinas de Córdoba y Uraba”. La reflexión de Castaño era que la guerra había entrado en una nueva etapa y que esto exigía una coordinación y concentración de fuerzas, hombres, armas y municiones. Los Castaño se encargarían de la parte ilegal y Mancuso por un tiempo se dedicaría a utilizar las cooperativas amparadas legalmente. Es decir, las denuncias de las organizaciones de derechos humanos estaban bien encaminadas. |
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