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Iniciado por David... Brillante politica domestica, pero una pesima politica exterior...que por favor alguien le enseñe a Evo Morales el concepto de diplomacia |
Pues a mi me parece que la política exterior del gobierno boliviana es acertada, y se fundamenta en una verdad que para cualquier conocedor medio de geopolítica y economía debería ser una perogrullada: el mundo contemporáneo, o posmoderno si se quiere decir en terminos afrancesados, es esencialmente MULTIPOLAR, y la política de nuestros países debe basarse en esta verdad de a puño. Pero no, los colombianos siempre fundamentan sus posiciones en la lectura acrítica de lo que dice RCN o paracol, siempre desde el argumento de la fe, no del conocimiento objetivo. Y el hecho de que Rusia se implicase más en la política latinoamericana sería una noticia magnifica, que vendría a ponerle un dique de contención al puño de hierro norteamericano, que se cierne peligrosamente sobre América latina, configurando una verdadera herradura militar (Mírese un mapa de América latina, y sobre él póngase con alfileres los puntos militares norteamericanos, y la figura que da es exactamente la de una herradura, no por casualidad, claro).
Ya es hora de conformar un muro popular latinoamericano contra los intereses gringos (que sólo tienen intereses, no amigos, como Roosevelt en su tiempo manifestó con evidente cinismo al uso). La TEORÍA DEL ROMBO con un espacio autocentrado genuinamente suramericano, debería ser la piedra angula de la geopolítica del sur. Y el hecho de que sea Venezuela, Ecuador, Bolivia y los demás países quienes estén llevando a cabo esta política estratégica debería ser aplaudido, por contra a la política de genuflexión ilimitada de nuestras élites política, que no comprenden al sur, y por eso son mas del norte que de acá.
Lastimosamente, estas son cosas que ni entienden, ni preocupan, ni motivan a la reflexión de los colombianos. Como Diría Hegel en clave de perífrasis, en Colombia vivimos la tragedia de la conciencia desventurada.
Bravo por Evo, y Bravo por la solidaridad (no exenta de intereses, claro) de Rusia.