A los violadores de menores, a los que permiten las violaciones (familiares, por ejemplo), a los infieles, a las infieles, a los que maltratan a las mujeres, a los que no respetan a los papás, mamás o mayores, a los que se burlan de los ancianos... la lista es larga.
Mandaría un mensaje atado a un ladrillo. Y luego dejaría caer una chispita mariposa
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