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MiL0
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Predeterminado Respuesta: Los Crimenes del Imperio del sol


Existen otras muchas historias de horror: en una de las islas Filipinas, 150 prisioneros americanos fueron encerrados en un refugio antiaéreo antes de que llegaran las tropas americanas. A continuación, los japoneses prendieron fuego al refugio. Los que sobrevivieron al incendio fueron muertos a golpes o enterrados vivos. Cuando en febrero de 1945 las tropas americanas desembarcaron en la Isla de Palawan, en busca de prisioneros, todo lo que encontraron fueron las fosas comunes. Un comando americano logró penetrar en un campo de prisioneros de Luzón y rescatar a 500 de ellos justo cuando iban a ser ejecutados.

La opinión pública mundial recibía muy poca información acerca del tratamiento a que los japoneses sometían a sus prisioneros de guerra (no se permitía a los inspectores de la Cruz Roja visitar las "zonas de guerra" japonesas). Las primeras noticias sobre la brutal "Marcha de la muerte" en Bataán no se conocieron hsta la primavera de 1943, e incluso entonces se ocultaron los detalles más crudos por miedo a que afectaran a la moral de la población civil.

En realidad, los detalles de la mayoría de aquellas diabólicas atrocidades no salieron a la luz hasta mucho después de terminada la guerra. En Manchuria, donde el Ejército Imperial había impuesto su ley desde 1931, en la "Unidad de prevención de epidemias y suministros de agua" del ejercito de Kwantung, los prisioneros eran deliberadamente contagiados con enfermedades mortales como parte del programa de investigación epidemiológica. Algunas otras horribles prácticas consitían en disecar a los prisioneros, hervirlos vivos, someterles a dosis letales de rayos X o administrarles transfusiones de sangre de caballo.

La amargura y angustia de aquellas prácticas brutales todavía perduran hoy en China y Occidente. Corresponde a los supervivientes recordar al mundo las crueldades del Imperio del Sol.

"Tengo en mis manos una lista con lo nombres de los 300 prisioneros de guerra que murieron en la diminuta isla de Haroekoem, en el extremo occidental de Indonesia (escribía un antiguo prisionero al diario Londinense Times cuando Hirohito murió en 1989). Vestidos con harapos y demacrados, se arrastraban cada día en su tarea de construir una pista de aterrizaje, hasta que al abandono de toda esperanza o la enfermedad terminaba por liberarles de sus sufrimientos. Morían en condiciones tan degradantes que sería imposible explicarlo con palabras. Las ofertas de ayuda de la Cruz Roja, cuyo patronato reclama para sí la familia imperial Japonesa, fueron sistemáticamente ignoradas, y la sola mención de la Convención de Ginebra era suficiente para desatar una reacción histérica. Pero nosotros nos habíamos rendido y esto, según el código militar japonés, hacía que perdieramos todos nuestros derechos".

Experimentos pseudo científicos:

Jin Chengmin, un investigador de la guerra bacteriológica y de gases tóxicos de las tropas japonesas, encontró la evidencia en una biblioteca de Tokio en el 2001.

Jin dijo que los experimentos fueron documentados en 1941 como "resultados de investigación" con cerca de 100.000 palabras, más de 20 fotografías y 100 diagramas. El documento incluía descripciones de experimentos específicos, los nombres, sexos y edades de los sujetos, el grado de congelamiento y la disección de los cuerpos.

Ocho hombres chinos, de entre 15 y 49 años de edad, fueron víctimas de los experimentos llevados a cabo del 31 de enero al 11 de febrero de 1941 en Mongolia.

De acuerdo con el documento, los hombres estuvieron expuestos a la intemperie hasta temperaturas de cerca de 27 grados celsios bajo cero, y a algunos se les provocaron deliberadamente cortaduras o fueron obligados a usar calzado húmedo.

El documento registró las reacciones de las víctimas. Por ejemplo, un adolescente se puso "furioso" cuatro minutos después de que empezara el experimento, gimió 30 minutos después y ya no pudo sentir sus pies después de hora y media.

Los criminales japoneses declararon que los experimentos fueron hechos para saber cómo enfrentar el congelamiento que afectaba a los soldados japoneses durante la guerra.

Jin dijo que Japón estableció 63 sucursales en China para desarrollar y fabricar armas para la guerra bacteriológica con la Unidad 731 de Japón como el cuartel general durante la Segunda Guerra Mundial.

Cautivos de muchos países y civiles chinos fueron infectados deliberadamente con la peste, cólera y ántrax; asimismo estuvieron expuestos a gases tóxicos.

Antes de la retirada de Japón de China en agosto de 1945, la Unidad 731 destruyó la mayor parte de la evidencia de crímenes. Sin embargo, las fotografías de los experimentos de congelamiento son una evidencia directa de que los japoneses experimentaron en seres humanos, dijo Jin. (Xinhua)





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