Staff Retirado Con Honores Denunciante Mítico
 |  E.U. e Israel buscan pasar la página, tras uno de los momentos más tensos de sus relaciones
Calificación: de
5,00
 |
E.U. e Israel buscan pasar la página, tras uno de los momentos más tensos de sus relaciones
El anuncio que hizo el Estado judío sobre planes para construir 1.600 nuevas nuevas viviendas en Jerusalén Este, durante una visita del vicepresidente Joe Biden, desencadenó serias diferencias.
Al menos de labios para afuera, los ánimos parecen haberse calmado.
La secretaria de Estado de E.U., Hillary Clinton, que había catalogado las acciones de Israel como un "insulto" que, además, afectaba los esfuerzos de paz en la región, pasó a señalar que la relación entre ambos países es "inquebrantable". Casi al instante, el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, agradeció las "cálidas palabras" de Clinton y dejó ver su intención de pasar la página.
Pero nada de eso esconde que esta semana fue uno de los momentos más tensos de los últimos 35 años en las relaciones E.U.-Israel, cuyas implicaciones trascienden la esfera de lo bilateral. El viernes, el Cuarteto para Oriente Próximo (ONU, UE, E.U. y Rusia) pidió negociaciones que lleven, en un plazo de 24 meses, a la creación de un Estado palestino, e instó a Israel a congelar sus asentamientos.
El detonante de la disputa fue el anuncio de Israel de continuar con un proyecto de nuevas construcciones en Jerusalén Este, justo el lado de la ciudad sagrada que también reclaman los palestinos.
La administración Obama se sintió traicionada. Se dice que Netanyahu había prometido en privado evitar medidas semejantes para darle espacio a un proceso de paz. Para empeorarlo todo, el anuncio se produjo durante la visita del vicepresidente Joe Biden a Israel y apenas una semana antes del viaje del enviado especial de E.U., George Mitchell.
Aunque en Washington hay consenso -incluso en sectores pro judíos- en cuanto a que Israel maltrató la administración Obama, la sensación allí es que E.U. pudo haber ido demasiado lejos al usar un tono que debilita a un aliado importante.
"No estoy seguro de que el presidente Obama sepa lo que está haciendo. No pocos le dijeron que al atacar a su mejor amigo, le dio un premio a Siria e Irán", dice Ira Sharkansky, profesor de Ciencias Políticas en la Universidad Hebrea de Jerusalén. Y agrega: "Lo crucial, a mi entender, es que es increíble que Estados Unidos, que está tan lejos, crea que puede poner fin a un conflicto tan profundo, cuando ni israelíes ni palestinos quieren negociar".
Esta semana, diferentes voces en Israel afirmaban que la presión norteamericana sobre Netanyahu favorece a los palestinos más radicales, porque "los hace subir a un árbol muy alto". Pero, en el círculo del presidente palestino Mahmud Abbas se dice que los radicales ganan cuando no hay negociaciones.
Por eso no sorprendió a nadie el anuncio, el viernes por la tarde, de una cita Obama-Netanyahu, este martes, en Washington.
Fuerte 'lobby'
Durante toda la semana se habló de los esfuerzos de la gente de Netanyahu por fijar citas "a alto nivel" con figuras clave de la administración de Washington. Esos esfuerzos se vieron acompañados, en el D.C., por los grupos del lobby israelí, que se movieron para ejercer presión sobre los congresistas del partido demócrata que, a su vez, escribieron a Obama quejándose por la conducta de sus subalternos.
"El enfado de la administración tenía justificaciones reales dado el momento en que se anunció lo de los asentamientos. Pero necesitamos desenredar lo que son las relaciones bilaterales de lo que es el proceso de paz como tal", dice Howard Berman, demócrata y presidente de la Comisión de Relaciones Internacionales en la Cámara.
Para Israel, una cita directa con Obama sería la mejor forma de oír sin intermediarios qué tiene en mente el Presidente y aclararle a qué puede comprometerse Netanyahu y a qué no, cuando de fondo tiene a una coalición de derecha que sólo le garantiza apoyo si no cede en nada.
En Washington, el panorama no es menos complicado. Por un lado, si algo no necesita Obama en este momento es tener en contra al lobby israelí, con casi todas sus raíces en el partido demócrata. Pero, por otro, las consecuencias de ignorar el desafío de Israel serían muy serias.
Tras haberse jugado tan a fondo, no obtener nada a cambio dejaría a E.U. muy mal parado en el mundo diplomático y sin peso para influir en el proceso de paz.
En la tercera punta del triángulo están los palestinos. Ghassan Khatib, ex ministro palestino y actual director del Centro de Prensa del Gobierno en Ramala, le dijo a EL TIEMPO: "La crisis bilateral es un tema entre ellos, pero su resultado y su posible efecto caen sobre nosotros. Si esta crisis mejora la situación general del proceso de paz, pues todos saldremos ganando, ya que la paz es buena para los dos, no sólo para los palestinos ni sólo para los israelíes. Estamos juntos en esto".
__________________ The Shevi return....  |