| Denunciante Mega
 |  Respuesta: lo verdaderamente importante: programas de gobierno.
(II PARTE)
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El papel del Estado debe ser el de facilitar que el ingenio de los empresarios se concrete en ideas productivas. Para esto se fortalecerá un entorno favorable para las tecnologías de información y de las telecomunicaciones, que multiplican la productividad de los proyectos.
Daremos incentivos a los sectores económicos con capacidad de alcanzar clase mundial. Garantizaremos la estabilidad jurídica y reduciremos los costos de transacción, como parte de una política de atracción de nuevas inversiones.
Exigiremos mayor eficiencia al sistema financiero, para que pueda financiar proyectos rentables a tasas de interés razonables, dando acceso a sus servicios a las clases trabajadoras, y desarrollando las microfinanzas para los hogares y pequeños productores. Promoveremos el florecimiento del mercado de capitales, para que exista capital de riesgo, y para que las empresas y los proyectos de infraestructura encuentren fuentes de recursos adaptadas a sus necesidades.
Vigilaremos que todos los generadores de ingresos que estén en capacidad de hacerlo paguen sus impuestos y contribuyan con su cuota a la creación de los bienes públicos indispensables para la prosperidad: la justicia, la seguridad, la distribución de los beneficios sociales a los más necesitados y la infraestructura física.
En nuestro subsuelo están el petróleo, el carbón y el gas que necesitamos para que sea nuestra propia energía la que mueva los motores del desarrollo. Vamos a mantener todos los beneficios que promueven estas actividades, y mejoraremos la regulación para que la inversión siga buscando y encontrando nuevos yacimientos y, así, darnos la tranquilidad ante los vaivenes de los mercados internacionales de energía.
Los recursos mineros a ser extraídos deben beneficiar tanto a los actuales habitantes del territorio colombiano, como a nuestros descendientes. Dado que se trata de recursos no renovables, mediante un fondo de estabilización de los ingresos mineros se garantizará su usufructo por parte de las generaciones venideras. Este mismo principio aplicará para hacer cumplir la sostenibilidad ambiental, regional y social, de tal manera que seamos todos, y no unos pocos, los que se beneficien del subsuelo. Seremos severos guardianes de estos recursos para que la corrupción no haga presa de ellos.
Nuestro servicio diplomático le mostrará al mundo que Colombia no tolera las violaciones de derechos humanos. Buscaremos ambiciosos acuerdos comerciales que abran nuevos mercados a nuestros productos. Consolidaremos la penetración diplomática y económica de zonas clave como Asia, y traeremos un renovado espíritu de cooperación con nuestros tradicionales amigos, como Estados Unidos y los países europeos.
Fortaleceremos las Comisiones Conjuntas de Trabajo con nuestros vecinos para fundar nuestras relaciones en el mutuo beneficio y el acceso conjunto a la prosperidad, en un ambiente de respeto y colaboración contra las amenazas del terrorismo y el narcotráfico.
Colombia es una potencia cultural, y la cultura será el vehículo en el que viajaremos por el mundo, a través del cual atraeremos a millones de visitantes a nuestros aeropuertos, playas, paisajes y gentes. Pondremos especial celo en la recuperación de las playas del Caribe.
La justicia se acercará a los ciudadanos, y se encargará de manera rápida de sus causas menores, tanto como de los grandes retos, cerrando con eficiencia, rendición de cuentas y tecnología su brecha de cumplimiento.
No cesaremos en nuestra tarea de hacer de Colombia el país más seguro de América Latina combatiendo terroristas, extorsionistas y explotadores de campesinos, con una Fuerza Pública eficaz y alerta, que gane terreno cada día. El compromiso del Presidente Uribe con la seguridad democrática será parte de nuestro credo, como lo ha sido a lo largo de los últimos ocho años.
Nuestras ciudades alcanzarán estándares internacionales de seguridad, con base en una policía que renueve sus estrategias y las adapte a las prácticas cambiantes del crimen común y organizado. La Policía Nacional coordinará con las organizaciones provenientes de los hogares, los comerciantes y los empresarios su trabajo y sus metas de disminución del crimen, en un trabajo basado en la inteligencia y la cooperación, preventivo a la vez que curativo.
Esta es la nueva Colombia para los diez años que empiezan. Con la mira en prepararnos todos para el futuro más distante, pues pensamos en programas que sirvan no sólo para cuatro años, sino que cambien la historia del país.
Nuestra meta más preciada es la justicia social, incluyente, que no deje atrás a ningún colombiano rezagado del progreso, y que cumpla con las Metas del Milenio. Para ello necesitamos justicia y seguridad. Tendremos que prepararnos en muchos campos para competir en el concierto mundial, en condiciones equivalentes, con los mejores. El nuevo Congreso Nacional y el Gobierno Nacional que comienzan en 2010 mantendrán y fortalecerán los inmensos logros obtenidos en la última década: la seguridad democrática, la cohesión social y la confianza inversionista. El liderazgo del presidente Álvaro Uribe, su visión, su capacidad de trabajo y su entrega al pueblo colombiano nos inspiran para querer a este país tanto o más de lo que él lo ha querido.
Habrá continuidad y mejoramiento en cada uno de los tres frentes desarrollados por el Gobierno Uribe, con el objetivo primordial de mejorar la calidad de vida de todos los colombianos, pero en particular de los menos favorecidos. Nuestro propósito es no dar un paso atrás en la seguridad democrática e ir siempre adelante en la prosperidad democrática; es decir, en la prosperidad para todos.
__________________  "Prefiero morir de pie, a vivir arrodillado." |