DeNunCianDo - Ver Mensaje Individual

+Wilfred · 16-03-2010 , 23:39:03

Valga la siguiente aclaracion: los comentarios de este topic son ajenos a mi persona, pero igual kise compartirlo porque me parecio interesante...tambien valgase aclarar que este post no proviene de ninguna cloaca informativa como ANNCOL, Aporrea o Atrabilioso...esta interesante, ahi les dejo

Nunca la manipulación de los políticos ha sido tan clara con en Corea del Norte, una pequeña república bananera (o arrocera, en este caso) surgida a partir de la invasión soviética a la península coreana que ya lleva sus añitos con un comunismo re chimbo que es sostenido a punta de engaños a su población civil embrutecida a punta de hambre y de manipulación. Esta manipulación es tan descarada, que va desde e patriotismo exacerbado que hace creen a los norcoreanos que son capaces de grandes hazañas, hasta la adoración de su patético líder como si fuera un dios. Hoy por hoy, este pseudopaís asiático lanza misiles de largo alcance y amenaza al consejo de seguridad de la ONU con reiniciar su programa nuclear, muy a pesar de poseer una población que muere de hambre, un inexistente sector agrícola y un bloqueo peor que el de Cuba que hace que en ese país no haya representación diplomática de ningún país del mundo. Incluso, la CIA afirma que muchos de sus representantes diplomáticos que son enviados al extranjero son capturados traficando con droga, sin contar con que su extrema pobreza convierte a ese país en un gran exportador de gente con fines de explotación sexual y esclavitud hacia China, que es el otro país con que limitan aparte de Surcorea y un pedazo de Rusia. Todo ello sin que sus habitantes hagan algo por derrocar al régimen opresor debido a que consideran a su líder como una especie de dios que, incluso, es capaz de hacer milagro. Además del buen trabajo realizado por su gobierno para unir al país alrededor de un solo enemigo: Estados unidos.
A simple vista Colombia y Corea del norte no tienen nada en común, pero noten las grandes similitudes y se darán cuenta que si tienen algo en común, y es compartir un mismo destino:

Así como en Norcorea, el patriotismo en Colombia ha llegado a niveles tales que no se tolera si quiera que se hable mal del país, aun cuando es por razones bien merecidas. Fuera de eso, el colombiano promedio ha llegado a creer que por el hecho de ser colombiano es un ser pujante que trabaja mejor que los de otras latitudes, lo cual se deduce de frases de los medios de comunicación como “En España prefieren más a los trabajadores colombianos…”
Colombia posee una población que muere de hambre y un sector agrícola en vía de extinción, pero el grueso del gasto público se destina a la guerra, como en Corea del norte
La situación actual de desempleo e inestabilidad económica hacen que muchas mujeres sean enviadas al exterior para ser explotadas sexualmente o en condición de esclavitud. Obviamente, como buen régimen, en Colombia esto se mantiene oculto.
Si bien, ninguno de sus funcionarios se ha visto involucrado en problemas con drogas como en Norcorea, la mayoría de los políticos y miembros de organismos de seguridad de Colombia se han relacionado con grupos paramilitares, los cuales se financiaban con droga.
Aunque no se le atribuyen milagros, la imagen de Álvaro Uribe (el doptor varito) goza de una popularidad tan enorme que muchos ciudadanos incautos lo consideran como un enviado de dios para arreglar el platanal. Llamado por algunos como “el supremo” o “el mesías” (de forma sarcástica, naturalmente), se ha dicho que`los más ingenuos lo consideran poseedor de una inteligencia superior muy a pesar de su inglés de casete.
Al igual que en el régimen asiático, en este régimen tropical se engaña a la gente constantemente sobre lo que pasa en el país, o bien, se intenta desviar la atención a otro lado. Ejemplo: Gripe porcina desvía chuzadas, Operación jaque desvía yidis política…
Y esta es la similitud más grande: Así como en Corea del norte el enemigo común es Estados Unidos (aun cuando casi medio planeta conformó la alianza que evitó la invasión de este régimen de la corea buena en la guerra de corea, incluyendo Colombia), en nuestro nido tropical se ha convertido a las Farc (la far, para los amigos) en el gran enemigo común del estado, al cual se le atribuyen casi todos los atentados y las cosas malas que le pasan al país. De modo que, así como en Corea del norte le echan la culpa de la hambruna a USA, en Colombia le echan la culpa de la pobreza a las Farc.

Miren: Colombia se ha jactado de ser la democracia más solida de América Latina durante muchos años, si esto es verdad, cómo es posible que estemos llegando al punto de parecernos a esas cárceles que se hacen llamar países?
Si releen lo que escribí arriba con atención, se darán cuenta que el país que más se está pareciendo a Corea del norte actualmente es Venezuela. incluso este último ha intentado acercarse al régimen asiático, lo cual deja la imagen de Venezuela por el piso.
Nosotros, el pueblo de Colombia, podemos ver desde nuestra posición privilegiada toda la metamorfosis de Venezuela, pero a pesar de ello muchos parecen incapaces de darse cuenta que estamos siguiendo el mismo camino de Venezuela, es decir, de parecernos a Corea del norte. ¿Es esto lo que queremos? No creo que nadie en Colombia quiera una dictadura, pero de reelegir al doptor varito esto es lo que lograremos. No hay argumento valido que justifique la reelección de Uribe de nuevo, ni siquiera el de la guerra, ya que muchos países han vivido en guerra prolongada y han sido capaces de progresar notoriamente y de no sacrificar la democracia en nombre de la guerra. Israel es el gran ejemplo de eso.
Debemos entender de una vez que la guerra no sólo se gana con plomo, sino también con inversión social y que no es la guerra la causante de tanta miseria, ya que la culpa de la miseria que crece cada día en el país la tiene la corrupción que ha venido creciendo en el gobierno de Uribe aun cuando este tipo dijo que la iba a combatir.
Aun tenemos tiempo de no parecernos a Norcorea. Aprovechémoslo bien y de paso hagamos de esta platanera una platanera de la que nos sintamos de verdad orgullosos.