Algunos de los protagonistas en estas pasadas elecciones fueron sin duda la ineficiencia de la Registraduría y la poca pedagogía de los partidos para instruir al voto. De ahí a que ya se hayan contado 1'500.000 votos nulos, es decir, que fueron marcados múltiples veces. Esto nos dice la poca pedagogía que los partidos y la registraduría llevaron a cabo para instruir a los votantes cómo elegir, y muchos ciudadanos salieron inconformes con respecto al tarjetón.
Es fácil de entender cuando mucho tiempo la gente estuvo acostumbrada a votar viendo la foto y/o el nombre del candidato, pero para este tipo de elecciones era inviable diseñar un tarjetón con más de 3000 candidatos para ambas cámaras del Congreso con foto y/o nombre, sería "enhuesador". En estas elecciones últimas ha faltado claridad en la educación del votante y hace pensar que hay una necesidad imperiosa de cambiar el sistema de votación actual.
Colombia sigue siendo de los países que aún emplea los tarjetones de papel para las votaciones, lo cual hace tardía y poco conflable la obtención y publicación de resultados. En pleno siglo de avances tecnológicos, ya está siendo el momento de que la tecnología una fuerzas con la democracia, y la idea del voto electrónico cobra más fuerza. El voto electrónico ailizaría el proceso de votación, ya que ahorraría las demoras por cuestión de obtención de huellas, verificación de puestos de votación y permitiría conocer los resultados en menor tiempo, además de que las cifras entregadas serían confiables, evitando factores que dificultan las elecciones, como los votos nulos y los tarjetones sin marcar.
Es hora de la modernización del sistema electoral!