Como no es candidato, la norma no lo cobija. Desde que no hay transmisión de los consejos comunales, el mandatario se convirtió en invitado asiduo de los medios privados, con audiencia sin igual frente a los demás candidatos.

“Vamos a ir a todos los foros y procurar multiplicarnos con entusiasmo”, dijo el presidente Álvaro Uribe a la salida de un encuentro con los obispos del país la semana pasada. Con esta frase, el Jefe de Estado dejó clara cuál es su estrategia política de los últimos días.

En medio de la agitación de las campañas, la incertidumbre por el resultado de la ponencia de la Corte Constitucional sobre el referendo reeleccionista y el descalabro del Gobierno por la emergencia social, Uribe ha salido en los más variados medios de comunicación - radiales y televisivos, locales y nacionales -, casi a diario.
El pasado 21 de enero, el Presidente anunció que no transmitiría más los consejos comunales, en señal de que “acata la recomendación de la Procuraduría de cumplir con la Ley de Garantías”. Días atrás, el procurador Alejandro Ordóñez, luego de pronunciarse a favor del referendo reeleccionista, le había sugerido acatar la norma.

Casi de inmediato, y a raíz de la avalancha de críticas a los decretos de emergencia social, Uribe pidió a Ordóñez que le permitiera utilizar el Canal Institucional para explicar el alcance de las medidas. El Procurador le dijo que eso no era posible.

Hasta ese momento, la trasmisión de los consejos comunales y discursos de Uribe en el Canal Institucional, cuya audiencia no supera el 2 por ciento, eran el principal escenario mediático del mandatario. Aunque su impacto directo no era menor entre los asistentes. De hecho, allí, el Presidente entrega ayudas, da órdenes a los funcionarios y escucha las necesidades de la gente.

Entonces, cuando muchos creían que Uribe se vería relegado a aparecer en los noticieros y demás espacios informativos, una agresiva estrategia emergió en el seno de la casa de Nariño: la de tomarse los medios, chicos y grandes, con una audiencia sin precedentes en los últimos gobiernos.

En resumen, la decisión del Procurador, en lugar de mitigar la aparición del Primer Mandatario en medios electrónicos masivos, estimuló de manera inusitada su figuración en espacios que cualquier candidato presidencial quisiera tener hoy.

Para el analista Francisco Gutiérrez, el Procurador le hizo un favor a Uribe. “Prohibir la trasmisión de los consejos comunales tiene el mismo efecto de una hoja de parra, pero al estilo Playboy, en lugar de ocultar la desnudez, lo que hace es resaltarla”.

Aunque las apariciones en medios nacionales del Presidente, como la más reciente en el programa Hora 20 del pasado lunes, son para defender la emergencia social, no se puede descartar que se trate de una estrategia de campaña.

“A estas alturas, no se puede separar lo uno de lo otro”, explicó Gutiérrez. En su criterio, los decretos de la emergencia social han debilitado su imagen como posible candidato y a ese hecho se debe la frecuente aparición del mandatario en los medios de comunicación.

Los principales afectados con el despliegue de Uribe en la opinión son los candidatos que tienen que hacer un esfuerzo enorme para poder acceder a los espacios en radio y televisión. Para la mayoría, en esta campaña no hay garantías electorales.

“Lo que no se puede olvidar es que Uribe está en campaña. Eso se evidencia en la arremetida que ha tenido en los medios de comunicación y en el incremento de los consejos comunales. Está haciendo dos y tres por semana”, dijo el candidato presidencial de Cambio Radical, Germán Vargas Lleras a Semana.com.

Aunque el candidato reconoció que no se ha visto afectado por la aparición desmesurada del Presidente en los medios, en su criterio, “la Ley de Garantía es letra muerta”.

Esta norma fue creada, una vez se aprobó la reforma que permitió la primera reelección presidencial, para darle legitimidad a las campañas en caso de que haya un Presidente-candidato. Pero parece que quedó incompleta, porque aunque prevé la restricción del uso de los medios oficiales y de los recursos del Estado al Mandatario que aspira a su reelección, no tiene en cuenta que él encuentra una mayor tribuna en los medios electrónicos privados.

Y es que varios analistas consultados por Semana.com coinciden en que el Jefe de Estado ha decidido volcarse a defender su administración en distintos programas de televisión y radiales, como una nueva estrategia de posicionamiento político.

Para Germán Ayala, analista de medios de comunicación y politólogo de la Universidad Autónoma de Occidente, la responsabilidad del desequilibrio informativo en la campaña electoral es de los medios de comunicación.

“Parte de la lógica mediática es fruto de una posición editorial de un medio”, dijo Ayala a Semana.com.

En su criterio, los futuros contratos del Gobierno con los principales medios, la asignación de un tercer canal, entre otras decisiones, juegan un rol importante en la posición editorial de los medios de comunicación. Además, argumenta Ayala, “debe haber una gran presión de alto nivel para alinear a los medios. Lo que pasó con Cambio, tiene un mensaje implícito: a quienes critiquen les puede pasar lo mismo”, dijo Ayala.

Uno de los problemas del control al uso de los medios de comunicación es que, legalmente, Uribe todavía no es candidato, y aunque tenga la voluntad de cumplir con la Ley de Garantías, ésta no lo cobija. Todavía falta ver si la Corte Constitucional declara exequible o inexequible el referendo reeleccionista.

El director del Observatorio de Medios de la Universidad de la Sabana, Juan Carlos Gómez, explicó que la incertidumbre de la actual campaña, alimenta la confusión.

“En teoría, el Presidente no está en campaña. Por eso, decir que interviene en política puede ser equivocado”, dijo Gómez.

No obstante, reconoció que el Jefe de Estado intensifica su estrategia mediática en coyunturas especiales. Por ejemplo, “durante la campaña para votar el referendo de 2003 fue mucho más frecuente su aparición radio y televisión de lo habitual”, explicó Gómez. El analista dijo que en la actual coyuntura el observatorio todavía no ha hecho una medición de la exposición mediática de Uribe, pero advirtió que sí es notorio su incremento.

Mientras pasa el tiempo, la incertidumbre mantiene amarradas las campañas presidenciales y el Presidente podrá seguir apareciendo como lo ha venido haciendo, con su tono frentero y estilo locuaz, en algunos casos regañando, en otros, invocando a la Providencia, defendiéndose de las críticas y atacando a sus contradictores.