Las Centrales Obreras, la Gran Coalición Democrática y los distintos movimientos que defienden la salud pública, así como las organizaciones defensoras de los derechos humanos y de los familiares de las víctimas de la violencia, entre muchas otras plataformas y organizaciones, han convocado a una movilización nacional el 18 de febrero.
Entre los objetivos, todos ellos justos, de esta manifestación civilista se resaltan: pedir la derogatoria de los decretos de la emergencia social, rechazar las bases militares gringas, denunciar la impunidad en los casos del asesinato de ciudadanos inocentes por miembros de las fuerzas armadas, exigir la aplicación del aumento salarial del 4% a los trabajadores estatales estipulado en la Ley de Presupuesto Nacional, denunciar la violación de las libertades sindicales y llamar a la sociedad colombiana a oponerse a la reelección del presidente Uribe.
Manifestamos nuestro incondicional respaldo a esta protesta y al sinnúmero que, aun de manera espontánea, se están adelantando por todo el territorio patrio.
Llamamos a nuestros seguidores y simpatizantes a participar y a engrosar los desfiles en las distintas ciudades de Colombia, con la seguridad de que solamente con la más amplia unidad nacional es posible recobrar la soberanía, la democracia y el desarrollo autónomo, asuntos básicos para garantizarle a la población sus derechos económicos y democráticos.
Todos ellos están puestos en entredicho por el régimen uribista, el que especialmente, con los decretos de la Emergencia Social y las iniciativas sobre el reclutamiento de informantes, atenta contra la vida y el bienestar general de la población.