Técnicas de la Colonia contra el calor son utilizadas en viviendas de Cartagena
Con orientación de calles, terrazas amplias y aprovechamiento de las brisas cartageneros le salen al paso a los sofocantes calores que agobian a la ciudad.
A primera vista, las casas de la Ciudad del Bicentenario, el proyecto de vivienda más ambicioso de la Costa Caribe, parece que tuvieran coronas. Y de verdad así es, pero estas tienen una funcionalidad muy distinta a la utilizada por la nobleza, y más bien está acorde con la realidad actual de calentamiento global, sequías y temperaturas asfixiantes.
La corona, un ventilador eólico que se observa en todas las casas, está ubicada en el techo y hace parte del paquete de iniciativas que se incluyó en el proyecto para luchar contra el sofocante calor que agobia a la ciudad, con técnicas que provienen desde la misma época de la Colonia y con otras más recientes pero de igual utilidad.
La idea, según la alcaldesa de Cartagena, Judith Pinedo Flórez, es que las viviendas de interés social dejen de ser la 'cajita de fósforos' de antes, y brindarle a los estratos populares una oportunidad de vivienda digna.
"No se justifica que por ser pobres estas personas tengan vivir apilonados y sin ninguna condición de dignidad. El concepto de casas para pobres se acabó", enfatizó Pinedo.
Lo primero que se hizo al pensar en la estructura de la ciudadela, cuya proyección es de 25 mil casas en los próximos 10 años en un lote de 500 hectáreas, fue diseñar las calles tomando como referencia las mismas variables que se utilizaron en la época de la Colonia para la construcción de las afamadas callecitas de Cartagena.
Según el arquitecto Billy Villaró, de la fundación Mario Santo Domingo, organización encargada de la construcción del macroproyecto, la parte urbanística del proyecto se hizo con el mismo concepto de las viviendas de la época colonial, en la que el sol nunca pega de frente en las viviendas.
"Esta es una alegoría a las viviendas de aquella época, en la que la orientación de las casas con respecto al sol permite que siempre habrá una calle con sombra y otra con sol, y éstas últimas no lo reciben de pleno", explicó.
Vientos, mangos y mecedoras
De la Ciudad del Bicentenario se han entregado 170 viviendas, de las 1.500 proyectadas para entregar al final de este año, y sus primeros habitantes llegaron el pasado fin de semana procedente de las faldas de la Popa.
Norma Caicedo, una de las nuevas propietarias, dijo que cuando entró a la que es su nueva casa sintió un 'fresquito' en toda la sala.
Ese 'fresquito' que dijo sentir la mujer provenía del extractor eólico que instalaron en cada una de las viviendas para contrarrestar el calor.
La idea fue de Pablo Gabriel Obregón, presidente de la fundación Mario Santo Domingo, quien le vio viabilidad a los equipos parecidos que utilizan en la industria barranquillera para descontaminar de químicos las bodegas.
"Es la primera vez que se utiliza esta técnica en las casas de interés social, y ha sido todo un éxito, en la que el señor Obregón también tuvo en cuenta las bondades de la energía eólica", explicó el arquitecto Villaró.
El movimiento de las pequeñas astas lo produce un mínimo de viento que se fusiona con el aire caliente del techo, prevaleciendo el aire frío, según lo explicaron los expertos.
Pero además de la ventilación natural y del trazo particular de las calles, otro ingrediente entrará a hacer parte del paquete 'anticalor' con el que se diseñaron las viviendas.
Se trata de la 'orden' que impartió la alcaldesa Judith Pinedo a cada uno de los nuevos habitantes de la ciudadela.
"Lo primero que le decimos a los nuevos propietarios es que tienen que sembrar mínimo dos árboles de mango al frente de las casas, para seguir el buen ejemplo de ciudades como Valledupar", explicó.
Y como complemento, la Mandataria reveló que había solicitado a los constructores que a cada casa le dejaran un espacio en el que cupieran, al menos, tres mecedoras, a la usanza de otras épocas.
"Mi sueño es que dentro de poco venga a la ciudadela y encuentre a las comadres sentadas en sus mecedoras hablando de todo y componiendo el mundo", puntualizó.