Polémica por uso de marihuana medicinal en colegios de California
Una fórmula médica basta para que menores de edad puedan fumar sin restricciones la droga.
Andy Blanco, a sus 15 años, no tiene edad para comprar cigarrillos ni licor y, sin embargo, sí tiene permiso para consumir marihuana. Casos como el suyo tienen a los distritos escolares de California sin saber qué hacer cuando los estudiantes autorizados para fumar la hierba la llevan en sus maletas al colegio.
Según las leyes del estado, la marihuana es una medicina legal y quienes tienen el permiso de consumirla portan una tarjeta que lo demuestra. Sin embargo, en muchos colegios sigue siendo considerada como ilícita y el solo tenerla es motivo de expulsión.
El distrito escolar de Los Ángeles, por ejemplo, tiene una política de cero tolerancia, no importa si fue recetada o no. Algo similar ocurre en el distrito escolar Grossmont Union en San Diego, cuyas directivas enviaron una carta a los padres advirtiéndoles que, aun con la tarjeta de autorización, el consumo de la hierba es ilegal en los colegios.
No obstante, no todas las autoridades escolares piensan así: en el distrito escolar de San Bernardino, a 65 Km de Los Ángeles, no se penaliza a quien lleve marihuana al colegio, siempre y cuando no la fume en sus instalaciones.
De acuerdo con la política de tolerancia del Departamento de Educación del estado, los alumnos autorizados que tengan en su poder menos de una onza de marihuana no deben ser sujetos a sanciones.
La 'famosa' tarjeta
Entre los distritos escolares que no aceptan la marihuana en sus aulas hay una gran preocupación por la aparente facilidad con la que los jóvenes obtienen las tarjetas que dejan portar la droga, lo que ha originado un aumento en su número.
El procedimiento para adquirir una tarjeta es sencillo: si el paciente es menor de edad, debe ir al dispensario acompañado de su padre o tutor autorizado y llevar una formula médica.
La sospecha es que algunos padres se prestan a autorizar a sus hijos a consumir marihuana terapéuticamente, sin necesidad, solamente para que no la compren en la calle.
Además, California, a diferencia de los otros estados que aceptan los beneficios medicinales de la marihuana, no especifica la enfermedad para la cual sirve, lo que abre un abanico de posibilidades que pueden ir desde un dolor de cabeza, hasta cáncer o sida.
Cifras del Departamento de Salud Pública de California sostienen que hay 37.236 personas con tarjetas emitidas por el estado. El problema, según los expertos, es que esta cifra sólo refleja un 10 por ciento de la población real que compra y consume marihuana con prescripción médica. Tampoco hay cifras de cuántos menores tienen tarjeta, porque la ley no obliga a los médicos a notificar quiénes o por qué han recibido una fórmula de marihuana medicinal.
En 1996, California se convirtió en el primer estado en legalizar la marihuana con fines medicinales y la iniciativa para legalizarla en su totalidad esta a punto de ser incluida en la boleta electoral del próximo noviembre.