Los últimos meses han sido desfavorables para la imagen del presidente Uribe, que, a pesar de aún gozar una alta popularidad, ésta se encuentra en descenso constante, lo que hace pensar que aquel romance entre la sociedad y el actual mandatario está llegando a su fin.
Y no es para menos, la corrupción, la crisis económica, la crisis social, el recrudecimiento de la inseguridad y más recientemente la decisión de declarar el estado de emergencia en el sector salud han hecho venir abajo la imagen del presidente, tanto que muchos uribistas han sido los principales detractores de dicha medida. Y ni qué decir de la controvertida propuesta de crear grupos de inteligencia entre jóvenes estudiantes, que estaría revelando una negra intención de crear un Estado policiaco donde los ciudadanos ya no pudiéramos vivir tranquilos porque nos acusarían de muchas cosas que no son.
Esta crisis del uribismo no pudo llegar en peor momento, a tan sólo un mes de las elecciones ese apoyo se está perdiendo entre los ciudadanos y hace pensar, cómo sugiere el nombre del artículo, si el uribismo es una convicción real con ideales o sólo será una de tantas modas que no son ajenas a la política, como el pinochetismo, el peronismo y demás "ismos" que hacen alusión a personas con ideales que se perdieron.
Parece ser que la táctica de aprovecharse de la triste y dura realidad que vive Venezuela de cuenta del falso socialista de Hugo Chávez para no hablar de la realidad propia ya no está funcionando, y que cada vez más colombianos están viendo una realidad que no querían ver, y que cada vez más serán menos las personas que sigan en la alcahuetería y la necedad. La pregunta es, ¿cuánto más se puede aguantar?