El tema de seguridad analizado en el contexto colombiano no puede ser más amargo. Cuándo uno ve en la calle y televisión como los líderes, defensores y principales beneficiados de la "Seguridad Democrática" gastan más dinero en seguridad privada es cuando me pregunto para que ha servido este gasto exagerado? Cuando ni siquiera Uribe y Ardila Lulle pueden visitar la planta de Postobón en Yumbo sin desprenderse de guardias armados vestidos de civil.

Si fuera exitosa esta política los gastos en seguridad privada y pública habrían disminuido, al menos la tendencia en gastar sería a la baja. Para la muestra un botón: Medellín, la ciudad modelo que quisieron presentar como logro de la seguridad y política de desmovilización está en una problemática que desmuestra el fracaso de una política por mala gestión y que no ha tenido la voluntad del gobierno para aplicarla a todos los actores generadores de violencia del País y principalmente a sus socios políticos y económicos.