Masacre en la cárcel

Detonante. Las autoridades de la Dirección de Centros Penales confirmaron que el estallido de una granada, lanzada por mareros a internos comunes, originó la trifulca entre reos que culminó con un baño de sangre. Los pandilleros serán trasladados.


Publicada 19 de agosto 2004

Una batalla campal entre reos comunes y pandilleros de la Mara 18 en el Penal La Esperanza, conocido como “Mariona”, dejó ayer a 32 muertos y alrededor de 23 heridos, según dijeron fuentes oficiales.

La mayoría de las víctimas fallecieron por heridas causadas con armas cortopunzantes y por esquirlas de la explosion de granada.

Los cuerpos estaban tan lesionados o desfigurados que las autoridades del presidio, situado al norte de la capital, no pudieron identificarles por el momento.

Un investigador policial informó que todo comenzó cuando pandilleros de la Mara 18 lanzaron una granada de fabricación artesanal a un grupo de internos comunes.

Trascendió que ambos grupos mantienen rencillas, ya que los segundos no quieren que los mareros estén recluidos en ese penal.



Tras el ataque, que inició a eso de las 9:45 de la mañana, los reos comunes respondieron a la agresión ingresando armados con objetos cortopunzantes a los recintos uno, dos y tres.

La gresca no pudo ser controlada de inmediato por los custodios del penal, por lo que se envió apoyo de la Policía Nacional Civil.

Miembros del Grupo de Reacción Policial y de la Unidad de Mantenimiento del Orden (UMO) se apostaron en la entrada de la penitenciaría.

Ambulancias de distintos cuerpos de socorro comenzaron el ingreso a la prisión. En cada salida trasladaban heridos a los hospitales Rosales y Médico Quirúrgico del Seguro Social.
Disparos se escuchaban desde las afueras del lugar.

Varias escuelas ubicadas en los alrededores de Mariona se vieron obligadas a despachar a los alumnos, quienes circulaban temerosos por la carretera frente al penal.

La policía bloqueó la carretera para evitar víctimas circunstanciales.

A un contingente de periodistas se le permitió ingresar a la prisión.

Adentro se pudo constatar la ardua labor de los socorristas que constantemente sacaban cadáveres desde los recintos donde ocurrió la matanza.

Los cuerpos eran sacados envueltos en colchas de los mismos internos.


Los rescatistas colocaron los cadáveres hombro a hombro en uno de los patios. Se observaban grotescas heridas en los cuerpos de los infortunados.

Cada hora la cuenta de los muertos se iba acrecentando. Inicialmente se informó que habían sólo dos víctimas, pero en horas de la tarde la cifra subió a decenas.



Explosión

Recostado en una pared y con una pierna fracturada, uno de los internos que pasó a ser testigo de la Fiscalía, manifestó que primero escucharon una fuerte detonación, seguida de otras dos, y posteriormente se suscitó el enfrentamiento entre los dos bandos.

El jefe de la Fiscalía de Mejicanos, Francisco Bonifasio, quien dirigió los reconocimientos de los muertos, explicó que “debido a que en el penal no se les permite tener documentos de identidad a los internos y por la desfiguración de sus rostros, era imposible saber de quiénes se trataba”.

Agregó que se ordenó que los cuerpos fueran trasladados a las morgues de Medicina Legal de San Salvador y Santa Tecla, para realizarles pruebas científicas y corroborar sus identidades.

Indicó que la mayoría de las víctimas muertas y heridas presentaban lesiones con arma blanca.


Vuelve calma

Bonifasio dijo que debido a que la situación en Mariona aún era inestable, no habían determinado la autoría de los homicidios y de las lesiones.

El viceministro de Seguridad Pública, Rodrigo Ávila, informó que una comisión de alto nivel entabló negociaciones con los internos de los sectores en disputa y se logró que éstos regresaran a sus pabellones.



Destino

Si los reclusos no hubieran aceptado, las autoridades tenían la opción de ordenar a los antimotines que los sometieran por la fuerza.

“Se hizo para salvar vidas y recuperar a los reos de los pabellones que aún se encontraban heridos”, explicó.

El Juzgado Primero de Vigilancia Penitenciaria y Ejecución de la Pena de San Salvador ordenó por la tarde el Estado de Emergencia y se advirtió que hoy se trasladarán los pandilleros a otro penal, ya que hay un decreto que ordena esa disposición.


















Ayuda rápida. Voluntarios de Comandos de Salvamento dan los primeros auxilios a uno de los lesionados en los disturbios. Foto: EDH