El Presidente Venezolano anunció que los venezolanos debían sembrar “pescados”, no peces en sus casas (¿), lo cual debe ser un chiste de mal gusto o uno de los tantos chascarros de la palabrería presidencial. La siembra de pescados en las casas debe producir un olor tan nauseabundo que en pocos minutos sus habitantes tendrían que pedir oxígeno para respirar; por lo tanto esa solución saldría muy cara al gobierno. Por otro lado si se siembran peces, habría que construir grandes piscinas, reciclar el agua (salada o dulce) y sembrarla con alimentos de alguna naturaleza para la sobrevivencia de los peces. Me parece que saldría menos oneroso que los venezolanos siguieran con la pesca artesanal o de arrastre tradicional pues es más efectiva y menos cara.

También, el Presidente apeló al ingenio venezolano para que siembren maíz en los patios de sus casas y, se alimenten de bollos, hallaquitas, arepas, y otras delicatesen hechas de maíz. Me imagino que esta brillante idea consideró la cantidad de metros cuadrados de patios en el país, la posibilidad de que tengan tierras cultivables y que no estén encementados como se acostumbra en el país. Esta gran idea, dijo el presidente Chávez la sacó de una conversación con Luis Ignatio “Lula” Da Silva, presidente de Brasil a quien se le reconoce el hábito de ser un tomador de pelo. Lula le habría dicho que el 60% de los productos agrícolas que se consumen en Brasil vienen de los patios familiares. Pienso que alguien le tradujo mal a Chávez (2009) o Lula lo dijo por molestar pues, al final del día, los brasileños son tan exuberantes como los argentinos a la hora de magnificar las cosas. Seguramente “Lula” dijo “huertos familiares” y no patios, como lo entendió Chávez.

Asi de sencillo, Si tienes hambre y no tienes plata, crea un acuario en tu patio, si vives en un apartamento, usa el Jacuzzi como lo aconsejo Jaime Baily.