Cuando la hembra recibe al macho, éste iniciará una serie de movimientos, para después girar sobre ella y quedar en posición contraria, unido a ella. A esto mucha gente le llama “quedarse pegados”. En realidad, lo que ocurre es que existe un bulbo o botón en la porción media del pene, el cual, al momento de aparearse, aumenta su tamaño, como sucede en el resto de los órganos externos (erección), y favorece la cópula.
El tiempo en que los perros quedan en esta posición es variable pero suele durar entre 15 y 30 minutos. En el caso de los perros callejeros, la hembra suele recibir a varios machos, los cuales se presionan entre ellos para que les llegue su turno. Debido a esto, no suelen quedar “pegados” ya que no suelen terminar la cópula a tiempo. También son interrumpidos por las personas que presencian ese evento. El bulbo no disminuye de tamaño hasta que ha terminado la cópula, y sirve para asegurar la eyacualción.
Pero los dueños que descubren a su perra en esta situación, suelen intentar separarlos bruscamente, con lo que pueden fracturar el pene del macho. Esto se debe a que los perros tienen un hueso dentro del pene llamado “Os penis” . De más está aclarar que la fractura es sumamente dolorosa, y siendo perros callejeros deberán tener mucha suerte si alguna persona decide llevarlos al veterinario.
También la hembra sufrirá dolor al ser traccionados sus genitales internos, ya que tiene un anillo muscular que se cierra para evitar que el bulbo del macho se salga. Al momento de terminar el acto, los órganos regresan a su tamaño natural, el bulbo se retrae y ya pueden separar sus cuerpos. No es conveniente separarlos, aunque hay gente que ha obtenido buenos resultados arrojando agua, chorros de soda, aplicando vaselina donde han quedado unidos, etc.