No se sabe quién es el gestor de la idea, pero iniciativa creó discusión en la capital antioqueña.
La base se pondría con el fin de contrarrestar la violencia que parece haber superado la capacidad de las autoridades.
En los últimos meses en esta área, específicamente los sectores La Silla y La Galera, del barrio Popular 1, ha existido un enfrentamiento entre bandas con abaleos en los que usan hasta fusiles y subametralladoras.
La semana previa a la Navidad, circuló por la Silla la orden de que todo mundo se debía desplazar o si no la banda de La Galera iba a bombardear, y eso ha provocado el desplazamiento de varias familias.
Ayer la personera delegada para los Derechos Humanos, Ana Patricia Aristizábal, confirmó que también tres familias de La Galera han abandonado el barrio.
En la mañana el alcalde ( e ), Juan David Valderrama, dijo en un medio de comunicación nacional que se analizaba el instalar una base militar en el centro de ese conflicto y que sostendría reuniones con los comandantes de la Fuerza Pública para ver los aspectos positivos y negativos.
En la ciudad no sería la primera vez que se aplica dicha estrategia para mantener el orden público: en la comuna 13 existe una base militar en la que se combinan efectivos de la Policía y el Ejército desde octubre del 2002, tras la realización de la Operación Orión mediante la cual el Estado tomó el control donde antes la autoridad la ejercían las milicias de la guerrilla y paramilitares.
A mitad de la mañana de ayer el comandante de la Policía Metropolitana del Valle de Aburrá, coronel Luis Eduardo Martínez, enfatizó en que ese era un caso especial y que no se iba a repetir.
"Los roles están definidos, los centros urbanos son responsabilidad de la policía nacional mientras que el Ejército está para cuidar la soberanía del país y para atacar el problema de la subversión", dijo.
Aun así no rehusó buscar apoyo mediante la figura de la "asistencia militar" que consiste en que el Ejército controle las zonas limítrofes de la ciudad para liberar fuerza policial y que esta se concentre en puntos neurálgicos de las barriadas.
De hecho en esta parte de la comuna actualmente hay alrededor de 400 uniformados, de los cuales 60 son soldados de la Cuarta Brigada.
Por su parte, el comandante de la Cuarta Brigada, general Alberto Mejía Ferrer tampoco vio viable la base, pues de hecho, dijo hay una fuerza destacada en el barrio Carambolas para atender las necesidades de la zona nororiental.
"Los problema que se han presentado son mucho más abajo, en la parte media de la comuna y por eso hemos ordenado más presencia del Ejercito y unidades motorizadas", añadió.
Luego, al ser consultado por EL TIEMPO, el Alcalde encargado dijo que investigaría quién lanzó la propuesta de la base para después mirar si es viable.
"Lo que tenemos conocimiento es que desde el lunes hay presencia militar y en este momento hay tranquilidad; el reporte dice que han disminuido los homicidios", afirmó.