Este hombre se llama Luke Pittard, tiene 25 años y trabaja en la cadena de hamburgueserías McDonald’s. Le pagan 5.85 libras la hora (11.50 dólares).
Pero no es un empleado común y corriente. También es el dueño de una fortuna de 2 millones y medio de dólares (1.3 millones de libras).
Hace año y medio, ganó la lotería británica y se compró una casa, organizó una gran boda, se casó con su novia y viajaron juntos a las Islas Canarias de luna de miel.
Poco después, sin embargo, se dio cuenta que extrañaba su antiguo empleo en McDonald´s. Solicitó a su antiguo empleador la oportunidad de regresar a su trabajo y ahora dice estar feliz haciendo lo que le gusta y conviviendo con sus amigos.
Siempre he pensado que hacer lo que a uno le gusta es la mayor fortuna a la que puede aspirar cualquier persona.