definitivamente con esos ministros que tenemos....
El Ministro de Medio Ambiente quedó inconforme con el Acuerdo de Copenhague, pero reconoció que hay beneficios para Colombia.
Fue positivo o no el acuerdo del cambio climático en Copenhague?
No. Se quedó muy corto a las expectativas que teníamos en general. Pero se lograron avances importantes en un tema que es muy complejo y que requiere de compromisos muy serios. Es una mezcla de sentimientos, pues no logramos lo que se esperaba, pero al mismo tiempo hay una gran manifestación tras el acuerdo de un gran compromiso de las naciones del planeta que nos permite prever que en muy corto tiempo, si seguimos avanzando a esta velocidad, vamos a tener un acuerdo integral que aborde todos los temas y las metas que deberían tomarse.
¿Usted cree entonces que es necesaria una cumbre extraordinaria y redactar un nuevo acuerdo?
Claro que sí. Esto apenas es el primer paso, esto no es suficiente aún. Se hicieron los primeros compromisos, pero esto tiene que seguir adelante. La siguiente cumbre, en México, puede ser el escenario para seguir avanzado, pero también es probable que se hagan varias reuniones previas y seguramente vamos a tener una agenda de negociación muy interesante y activa que nos va a llevar a que en México suscribamos un acuerdo más poderoso del que tenemos hoy.
¿Este acuerdo trae algo positivo en particular para Colombia?
En algunas cosas: lo primero es que ya hay un acuerdo en que la meta en materia de aumento de temperatura son dos grados, o sea que hay que hacer todo lo que sea necesario para evitar que la temperatura del planeta aumente. También queda abierta la puerta a que esta meta se va a estar revisando periódicamente para ver si es factible reducirla, que no sean dos, sino uno y medio. Eso redunda en beneficios porque ya se le puso un límite al cambio climático. Lo segundo es que ya hay unas fuentes de recursos o unos compromisos de aportar recursos importantes para enfrentar los impactos del cambio climático y también el control a la deforestación. Del 2010 al 2012 serán US$30.000 millones para países en desarrollo y se deberán invertir para la adaptación, mitigación y control de la deforestación. Y como nosotros tenemos gran parte del territorio en selva tropical, creemos que en ese sentido nos va ir mucho mejor que otros países.
¿Pero quedó definido, por ejemplo, cuánto le corresponderá a cada país?
No. Eso depende de nosotros, de qué tan eficientes seamos en armar los proyectos y los programas, en hacer las propuestas y en aplicar con juicio a esos fondos para que podamos recibir el mayor beneficio posible.
¿Y ese presupuesto es suficiente para las necesidades de los países?
Es una meta creciente, pues luego vendrá un aumento paulatino hasta llegar a cien mil millones cada año a partir del 2020. Entonces esto irá creciendo y eso es muy valioso. En el tema de la deforestación, Colombia también recibirá recursos importantes, pues se creó un fondo y US$6.500 millones van para bosques.
¿Para qué le sirvió a Colombia estar en la redacción del acuerdo final?
Esto fue muy importante para Colombia. No se firmó el acuerdo que queríamos, pero de todas formas jugamos un rol importante, el Presidente Uribe estuvo en las negociaciones y esto hace que a Colombia se le mire y se le empiece a reconocer por otros temas que no son los habituales.
Qué posición toma Colombia en el debate mundial que se ha generado tras el acuerdo. Los países pobres creen que la cumbre fracasó y por supuesto China y Estados unidos, los más poderosos, han dicho que éste sí tiene beneficios para el mundo.
Creemos que el acuerdo está incompleto, le falta mucho y hay que complementarlo. El acuerdo no tiene metas para la reducción de emisiones para el año 2050 y esta es una debilidad enorme. Esto hay que seguirlo madurando y complementarlo y esperamos que de aquí a México tengamos un acuerdo más sólido y maduro, por eso no se puede esperar a la cumbre del otro año para que los procesos de negociación continúen y este año que viene va a hacer muy activo en negociaciones previas para convertir este acuerdo en algo legalmente vinculante y para añadir metas más ambiciosas.
¿Usted cree que sí hay voluntad de los países ricos para avanzar en el acuerdo en la próxima cumbre?
Lo más contradictorio es que parte de los motivos por los cuales no se pudo llegar a acuerdos ambiciosos fue que algunos países en desarrollo o que tienen economías emergentes fueron los que tuvieron reparos a las metas, como China, Brasil o India, que les preocupa asumir metas atrevidas para el planeta porque creen que puede haber impacto para sus economías. Así que no es un tema solamente de países desarrollados sino que también nos toca trabajar con las economías emergentes para lograr acuerdos más importantes.
En pocas palabras
"El acuerdo de cambio climático tuvo avances importantes, lo que pasa es que no son suficientes. Nos quedamos muy cortos para las necesidades del mundo”.