En el presupuesto que acaba de ser aprobado por Venezuela para 2010 aparece un sorprendente aumento en una partida clave: los recursos que estarán disponibles para uso discrecional del presidente Hugo Chávez. Ese monto ha ido aumentando gradualmente y este año fue de 210 millones de dólares. Pero para el próximo año hubo un salto abrupto del 638 por ciento y la partida terminó en casi 1.600 millones de dólares. Esta es una cifra descomunal para ser manejada sin rendir cuentas, y ninguna democracia contemporánea se lo permitiría. En Venezuela la llaman la caja negra de Chávez y se sabe que se utiliza para apoyar a los gobiernos amigos y misiones secretas, entre otras cosas.