A los 95 años de edad, don Pablito se casó con Ana, de 25 años.
Debido a que su marido es tan viejo, Ana decide que después de su boda, ella y don Pablito deben tener dormitorios separados.
Después de las festividades de la boda, Ana se prepara para la cama y se escuchan golpes en la puerta y, al abrir está, don Pablito con sus 95 años... ¡listo para la acción!
Concluido el acto don Pablito le da un beso de buenas noches y vuelve a su dormitorio.
Después de algunos minutos, Ana oye otros golpes en la puerta del dormitorio y es don Pablito... ¡listo para la segunda vuelta!
Sorprendida, Ana acepta. Al final don Pablito le da un cariñoso beso de buenas noches y se va.
Más tarde, don Pablito está otra vez tocando la puerta, tan fresco como un muchacho de 25 años... ¡listo una vez más! Y así sucede dos veces más; don Pablito regresa con Ana y después de la acción, le da un beso de buenas noches a su esposa y regresa a su cuarto.
Después de una hora, ¡regresa don Pablito por sexta vez, como si nada! Termina y le da un beso de buenas noches a Ana.
En esta ocasión Ana lo detiene y le pide que se no se vaya, está sorprendida y le dice a don Pablito:
- Me impresiona que a tu edad puedas repetir esto tantas vecesPablito, ¡en verdad eres un gran amante! He estado con hombres con un tercio de tu edad y son totalmente incapaces de seguirte el paso.
Don Pablito, voltea desconcertado y le pregunta a Ana:
- ¡¿Cómo...?! ¿¿Ya había venido antes??
Moraleja:
¡¡¡El Alzheimer tiene sus ventajas.!!!