Sí, es un barco. A pesar de su forma rara. Lo han bautizado como U.S.S. Independence y es uno de los barcos de guerra de nueva generación de la Marina de los Estados Unidos. Es un trimarán, un barco con tres cascos, que le confieren unas cualidades para el combate que superan a cualquier otro barco de guerra construído hasta ahora. Aunque a simple vista lo que llama la atención es su peculiar diseño. Lo ha construido General Dynamics y es lo que se denomina, un “buque de guerra de litoral“, ya que es ahí, cerca de la costa, en donde está llamado a desempeñar todo su potencial. Aunque a nosotros nos encantaría que se quedara quieto toda su vida para la foto. O que, como mucho, sólo saliera a pescar peces.

Puede funcionar como base para el despegue y el aterrizaje de helicópteros, para transportar vehículos blindados, barrer minas y tiene capacidad para disparar todo tipo de misiles y torpedos. Son como una especie de portaaviones pero para helicópteros, ya que son más pequeños.

De su menor tamaño y de su estructura, se deriva el que tenga la velocidad de movimiento y la facilidad de maniobra de la que presume. En concreto, puede llegar a alcanzar los 60 nudos. Si estás pensando en hacerte con uno de estos barquitos para ir a trabajar todas las mañana, vete preparando 208 millones de dólares, que son unos 135 millones de euros. Esa es la módica cantidad que se gasta el Ejército con cada uno de estos tanques acuáticos.

Ya hemos visto que la tecnología también es muy importante para las batallas. Por eso hay quien trabaja en pequeños robots espía como los que tienen forma de insecto o los que aparentan ser un murciélago. Además, incluso los hay que son capaces de crear redes Wi-Fi para permitir la comunicación de los ejércitos. En nuestra opinión, aquellos a los que les gusta la guerra, deberían comprarse un buen simulador de aviones con triple pantalla y disfrutar lanzando bombas en los videojuegos.