Mi primer beso fue cuando tenía alrededor de cinco años: unos primos y yo estábamos jugando "al reinado" en la casa de mis abuelos. Todas mis primas eran candidatas, así que yo, como edecán, les daba un beso en la mejilla. Pasa que yo estaba mirando para otra parte y, al voltearme para besarla, la besé en la boca.

Mi primer episodio más cercano a la ebriedad fue cuando estaba en octavo (12 años) y, con unos compañeros en un paseo del colegio, nos tomamos una cerveza. Llegué mareado a la casa. Perdí el año, estuve en la correccional un mes y me internaron en un centro de rehabilitación. Desde entonces me propuse a no tomar ni una gota de licor. No como ni helado de ron con pasas. (Desde el punto de 'casa' hasta el de 'rehabilitación' es falso).

La primera vez que fui a una discoteca me quedé sentado en un rincón. Me dio sueño y a las tres horas volví a la casa. Ah, no bailé con nadie.

Mis papás dicen que mi primer robo fue cuando estaba en preescolar y los acompañé a mercar. Les estaba pidiendo una manzana y no me hacían caso. Tomé una y la guardé en la lonchera sigilosamente (la verdad, no lo recuerdo).