Christina Aguilera compró la casa en la que vivía Ozzy Osbourne, seis meses antes de dar a luz a su pequeño Max, por un valor de $10 millones de dólares.
A partir de ese momento, poco a poco, la cantante se encargó de convertirla en su propia tierra de lujos ¡y vaya extravagancia!, por lo cual hoy se decide a mostrarla.

¡Para no tener envidia, eh! Christina Aguilera evidentemente tiene un gusto especial por las formas de corazones, y el estilo “Alicia en el País de las Maravillas”: recargado, con toques palaciegos y a la vez aniñados.
Mas allá de que nos guste o no el estilo de decoración, lo que si es evidente es el lujo que la rodea (no se podía esperar menos).
Acompañada de su esposo y su hijito Max, Christina posa en diversas fotos jugando a la mamá y mujer perfecta, mostrando distintas habitaciones – entre ellas, la cocina, la sala de juegos, y el dormitorio – además de su tremenda colección de zapatos, digna a competir con la de Paris Hilton.
Entre algunos de los comentarios que hace en la entrevista realizada con Instyle, Aguilera comenta que no le gusta sentarse en sillas, ya que es muy flexible y prefiere sentarse de piernas cruzadas, incluso para maquillarse (lo cual podemos apreciar en una de las fotos).