Estaban 3 negritos en una cárcel de Suráfrica y el guardia que los estaba vigilando le pregunta a uno de ellos:
- Oye, negro, ¿cuántos años vas a estar aquí encerrado? - 25 años
- ¿¡25 años!? ¿Pero qué hiciste?
- Mira, chico, yo iba caminando por la calle, venía un blanco manejando su carro y ¡zas! que me atropella y del golpazo quebré el parabrisas y quedé herido dentro del carro.
- ¿Y de qué te acusaron? - De invasión de propiedad privada.
- Otro negrito que estaba escuchando la conversación interviene:
- Eso no es nada. A mí me dieron 35 años por algo parecido. Yo iba caminando por la calle y en eso que se aparece un blanco manejando su carro y que me atropella ¡Zas! Y del golpe atravesé el carro, quebré el vidrio delantero del auto, salí rompiendo el vidrio trasero y quedé tirado en la calle.
- ¡Rayos! ¿Y de qué te acusaron?
- De invasión de propiedad privada e intento de fuga.
Un tercer negrito que escuchaba estas historias, interviene indignado: - ¡Eso no es nada! A mí me dieron 50 años por algo parecido. Yo iba caminando, cuando en eso que viene hacia mí un blanco manejando su auto y ¡zas! que me atropella. Del golpe, yo también atravesé el carro, quebré el parabrisas, salí por el vidrio trasero y quedé desmayado en la calle.
Pero el blanco se bajó enojado del carro con un cuchillo en la mano y me lo enterró en la espalda. Y ahí quede desmayado con el cuchillo en la espalda.
- ¡Qué barbaro! ¿Y de qué te acusaron?
- ¡De invasión de propiedad privada, intento de fuga y porte ilegal de armas!