Vapor sexy
Autor: Jennifer Benjamin
El aire caliente es perfecto para relajar los músculos... y las inhibiciones. "El vapor tiene un efecto relajante en el cuerpo y en la mente, por eso es menos probable que te atormente cualquier complejo que puedas tener con tu cuerpo", observa la terapeuta sexual Gloria Brame. Y a diferencia del sexo en la ducha (que a veces resulta demasiado resbaloso), un baño lleno de vapor genera todo el calor que necesitan para acelerarse sin sufrir los efectos secundarios.
Crea el escenario cerrando la puerta del baño y abriendo la ducha, lo más caliente posible, durante 15 minutos (después ayudas de otro modo a la ecología). Cierra el grifo y pon unas toallas en el fondo de la bañera. Entra, inclínate hacia delante y apoya las manos contra la pared para equilibrarte. Entonces, déjalo que te penetre desde atrás. "El calor del vapor incrementa la circulación de la sangre por todo el cuerpo, incluyendo los genitales, y la humedad propicia un sexy ambiente de jungla tropical".
Para añadir una sensación extra y darle un toque sorpresivo a la experiencia, trae al baño un vaso con hielo. "Mientras él se mueve, pídele que deje caer unos cuantos cubitos por tu espalda, al mismo tiempo que tú chupas otro", anota Darcy Luadzer, autora de
The Ten Minute Sexual Solution. "El cambio de temperatura pondrá tus terminaciones nerviosas en completo estado de alerta".